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Economía

Una escalada en el conflicto del Mar Rojo elevará la inflación global un 2%

  • Aún con los ecenarios más pesimistas los expertos descartan nuevos cuellos de botella 
  • Desde diciembre el tráfico por el Canal de Suez cayó un 64% interanual
  • El transporte marítimo supone cerca del 0,7% del coste final de un producto
Carguero atravesando el Canal de Suez. / Foto: iStock.
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El mundo está muy pendiente de todas las noticias que llegan del Mar Rojo. El comercio mundial se juega mucho ante un conflicto prolongado en la zona. La experiencia demuestra que cualquier factor, ya sea físico o geopolítico, que interfiera en la cadena de suministro pone en peligro los precios de las materias primas y, por consiguiente, trae consigo un aumento de la inflación. El riesgo es ya de tal importancia que algunos economistas se atreven a cuantificar el encarecimiento. El director ejecutivo de la empresa de gestión de la cadena de suministro Flexport, Ryan Petersen, aseguró que una interrupción de un año del comercio en el Mar Rojo por una escalada hasta un grado máximo en el conflicto, es decir, que no pueda pasar ningún barco por la zona, para cruzar el Canal de Suez, "puede aumentar la inflación en un 2%" a escala global.

No en vano el comercio marítimo mundial está al borde del caos. A la violencia en el Canal de Suez hay que añadir la sequía en el Canal de Panamá. Esto es lo que Petersen llamó "el doble golpe". El paso a través de un corredor comercial crucial como es el Canal de Panamá está restringido, debido a los bajos niveles de agua que está provocando la sequía por la falta de lluvia.

Lo que plantea Petersen es un escenario bastante catastrófico y poco probable. El subdirector general de Mapfre Economics, Gonzalo de Cadenas Santiago, alerta también de los posibles "escenarios estresados" donde se parte de un supuesto "shock de oferta prolongado" causado por una amplificación de los riesgos geopolíticos "que se materializa en una inflación más alta".

Por el momento, es cierto que el consenso de Bloomberg se mantiene bastante optimista en cuanto a la futura inflación. Los analistas pronostican que el IPCdel mundo cerrará el año en el 4,1%, un punto por encima de su revisión de diciembre.

Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) apuntó en su revisión de enero que la inflación "moderará su ritmo de crecimiento" al 5,8% a nivel mundial, mientras que las perspectivas son más optimistas entre los países desarrollados: los precios caerán dos puntos en 2024, hasta el 2,6%, y cumplirán con los objetivos de los bancos centrales ya en 2025.

De hecho, vaticinan que tanto la inflación general como la subyacente (que excluye los precios de la energía y los alimentos no elaborados por su volatilidad) bajará en el 80% de los países.


"En las economías con metas de inflación, se proyecta que la inflación general se sitúe 0,6 puntos porcentuales por encima de la meta en la economía mediana en el último trimestre de 2024, lo cual supone un descenso respecto de la brecha estimada de 1,7 puntos porcentuales al final de 2023", explican.
En el caso de España, el consenso prevé que los precios de nuestro país rematarán el curso con un crecimiento del 2,8%, mientras que en el escenario "estresado" de Mapfre Economics, es decir, en donde prevén una escalada en el conflicto en el Mar Rojo, la inflación de España cerraría 2024 en el 2,5% y la del mundo en el 4,8%.

Fletes más caros

Las interrupciones del paso a través del Mar Rojo está haciendo que el coste de los fletes se disparen e incluso las primas de los seguros de transporte se pueden multiplicar por diez. Al mismo tiempo, los expertos hablan de un incremento del coste del 60% al tener que bordear el Cabo de Buena Esperanza (Sudáfrica),debido al mayor uso de combustible por parte del carguero.

En Goldman Sachs, encabezados por Jan Hatzius, dijeron que las tarifas de fletes de los buques que se mueven de Asia a Europa se han incrementado un 350% y los que navegan de Asia a Estados Unidos crecieron un 100%. Aún así, desde el banco de inversión creen que el impacto sobre la inflación "va a ser moderado".

En primer lugar, argumentan que los costes de envío "no se producen junto con el cierre de fábricas ni con un aumento de la demanda", que fue lo que sucedió al final de la pandemia de la Covid-19 en 2021.

"Eso sugiere menos margen para la amplificación de las presiones de los costes en la actualidad, a diferencia del aumento de los costes de envío en 2021 y 2022, el incremento actual se produce en un contexto macroeconómico más benigno", dijeron los estrategas.

El argumento que dan es que es menos probable que merme la capacidad de producción mundial. En 2021 fue distinto, porque China y el Sudeste Asiático cerraron las fábricas y confinaron a su población. "Esto afectó significativamente a los envíos, provocando retrasos", explicaron los expertos.
En segundo lugar, Goldman recordó que el coste del transporte internacional "sólo representa una pequeña proporción de los bienes de consumo final". En su informe lo cifran en el 1,5% de media. Mientras tanto, el transporte marítimo representa cerca del 0,7% del coste total del producto.

Entonces, en un supuesto razonable de traspaso de costes, "un incremento del 100% del coste de transporte marítimo solo elevaría la inflación de bienes básicos cerca de 0,4 puntos porcentuales y la inflación básica subiría 0,1 puntos porcentuales", aseguraron los estrategas de Goldman Satchs.
Así, en un escenario totalmente catastrófico y negativo en el que los costes se traspasen completamente a los consumidores, dicen que es posible que la inflación interanual se incremente en dos puntos porcentuales cada año que el conflicto se mantuviese activo.

En definitiva, tal y como marca el consenso, se prevé que la inflación subyacente global suba cerca de un punto porcentual en 2024 "con un impacto mayor en Europa que en Estados Unidos", vaticinan.

El riesgo para España

El Banco de España aseguró recientemente que el impacto económico de la crisis del Mar Rojo sería "por ahora" reducido con respecto a otros episodios anteriores. Aunque reiteran que hay que "vigilar de cerca" la situación.
El índice de Cuellos de Botella del Banco de España, que elaboran desde la primera crisis de la oferta de 2021, muestra que la tensión en la cadena de valor se incrementó desde mediados de diciembre "pero se mantiene muy por debajo de los máximos registrados durante la pandemia".

La debilidad de la demanda global y la ausencia de congestión de la industria de la logística y las cadenas globales de suministro que surgieron antes de los ataques de los hutíes, están ayudando a que no se formen cuellos de botella.
A pesar de que, por el momento, el impacto no es significativo, en el BdE hablan de estar "vigilantes" ya que el 10% del comercio exterior de nuestro país estaría en peligro si la violencia en la zona escalase.

A mediados del mes de enero, el Club de Exportadores e Inversores Españoles emitió un comunicado en el que aseguraban que un conflicto mayor pondría en peligro 135.000 millones de euros de intercambios comerciales entre España y Asia, ya que todas las rutas pasan por el Canal de Suez.

El coordinador del grupo de trabajo de Asia-Pacífico del Club de Exportadores de España, Ramón Gascón, aseguró a elEconomista.es que, por el momento, "no habrá problemas de desabastecimiento" ni grandes tiranteces en las cadenas de suministro con Asia, por lo que llamó a mantener la calma.
Pero el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, reconoció en una entrevista radiofónica que la crisis de Oriente Próximo y el Mar Rojo "pueden afectar a los costes del transporte" que, sumado a la evolución de los costes laborales unitarios, ligados a la evolución de los salarios, que se juntan con una productividad muy reducida en Europa, acabarán por trasladarse al consumidor final y provocar un aumento de los precios.

Además de España, los principales países de la eurozona que se verían afectados si estallase una guerra naval en el Mar Rojo serían Grecia e Italia. "El comercio exterior por vía marítima con Oriente Medio y Asia representa entre el 14% y el 10% de su comercio exterior total, dada su fuerte dependencia de las importaciones procedentes de esos países (sobre todo de China). Es importante señalar que más del 70% de su comercio con Oriente Medio y Asia se realiza por vía marítima. Además, la apertura comercial de estas economías al comercio exterior marítimo es relativamente alta. Por lo tanto, es probable que estén más expuestas al riesgo de una interrupción prolongada en el Mar Rojo", dijo el economista jefe de UniCredit, Loredana María Fedeirco, en una nota.

Por el momento, la armada estadounidense sigue defendiendo a los cargueros de los ataques de los hutíes y China ya ha advertido a los iraníes para que frenen los ataques de los rebeldes hutíes; si no romperán sus relaciones con Teherán.

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