Economía

España es el tercer país de la UE más expuesto al colapso del Mar Rojo: está en riesgo un 10% de su comercio exterior total

  • Grecia, Italia y España son los países más expuestos dentro del bloque
  • Hasta 135.000 millones anuales del comercio con Asia estarían en riesgo
  • El puerto de Barcelona ya recibe barcos con entre 10 y 15 días de retraso
Buque portacontenedores en el Puerto de Algeciras. Foto: Alamy

Las noticias que cada día llegan desde el Mar Rojo son cada vez más preocupantes para el sector exterior español. La escalada de tensión con los continuados ataques de los rebeldes hutíes de Yemen a buques cargueros occidentales y la respuesta militar de EEUU y Reino Unido han secado el tráfico marítimo (un 40% menos) en una de las arterias comerciales más importantes del mundo, por la que transcurre un 30% del transporte marítimo mundial de contenedores. La disrupción afecta a una paso esencial como es el Canal Suez, vía predilecta para comunicar por mar Occidente y Asia. Aunque los efectos de momento están siendo un aumento considerable en las tarifas de flete, por el momento no hay titulares destacables de desabastecimiento y hay dudas de un impacto claro en la inflación. Materias primas como el petróleo aún muestran contención en los precios. Sin embargo, el constante peligro de un conflicto regional acrecienta los temores y España no es ajena a ellos.

Casi un 10% del comercio exterior total de España estaría en riesgo si la situación se complica en el Mar Rojo, estiman los analistas de UniCredit Research. En una análisis semanal publicado este mes, la economista Loredana Maria Federico muestra el porcentaje del comercio exterior marítimo (importaciones y exportaciones) de los países de la UE con sus principales socios comerciales de Oriente Medio, Asia y Oceanía (como Arabia Saudí, Irak, Qatar, Pakistán, India, Vietnam, Indonesia, China, Corea del Sur, Japón y Australia) por los que el comercio transita normalmente a través de la ruta del Mar Rojo.

"Entre los principales países de la eurozona, Grecia, Italia y España parecen ser los más expuestos. El comercio exterior por vía marítima con Oriente Medio y Asia representa entre el 14% y el 10% de su comercio exterior total, dada su fuerte dependencia de las importaciones procedentes de esos países (sobre todo de China). Es importante señalar que más del 70% de su comercio con Oriente Medio y Asia se realiza por vía marítima. Además, la apertura comercial de estas economías al comercio exterior marítimo es relativamente alta. Por lo tanto, es probable que estén más expuestas al riesgo de una interrupción prolongada en el Mar Rojo", explica Federico. En el caso de España, esta apertura comercial (comercio marítimo total) asciende hasta el 6% del Producto Interior Bruto (PIB).

Hace un par de semanas, el Club de Exportadores e Inversores Españoles alertó de que la crisis del Mar Rojo amenazaba el comercio español con los países asiáticos, poniendo en riesgo unos 135.000 millones de euros de intercambios comerciales entre España y estos países debido a las rutas más largas que deben navegar los buques de carga ante los ataques sufridos a raíz de la guerra en Gaza, que retrasarán las entregas y aumentarán los costes del transporte. El comercio de España con los países asiáticos, que incluye importaciones y exportaciones, ascendió a 135.124 millones de euros en 2022, el último ejercicio completo con datos disponibles, mientras que entre enero y octubre de 2023 supuso una facturación de 101.164,1 millones de euros.

Respecto al comercio con los países de Oriente Medio, la precupación radica en unas importaciones energéticas claves. El petróleo que compra España a Arabia Saudí e Irak totaliza unos 180.000-200.000 barriles diarios (depende del mes y de las necesidades de la economía), según la Agencia Internacional de la Energía. Alrededor de 120.000 barriles vienen desde Arabia Saudí y el resto de Irak. Esto representa más del 12% de todas las importaciones de crudo de España.

El contexto de tensión en la zona está provocando que los buques de carga paralicen sus rutas por el Mar Rojo y el Canal de Suez, y pasan a bordear el Cabo de Buena Esperanza por Sudáfrica, alargando la ruta 15 o 20 días y recorriendo 25.000 kilómetros en lugar de 18.000, aumentando así el coste del combustible entre el 40 y el 60%. Para el Club de Exportadores, las consecuencias no son solamente económicas, y aunque descartan por ahora problemas de desabastecimiento, apuntan que bordear todo África retrasa el transporte entre dos y tres semanas. "El problema no es solo de incremento de costes del transporte, sino también del retraso en las entregas", han apuntado.

El puerto de Barcelona está recibiendo barcos con entre 10 y 15 días de retraso sobre lo previsto debido a la crisis, según ha señalado a la prensa el presidente del Port, Lluís Salvadó. Esta crisis, ha subrayado Salvadó, tiene "un impacto muy importante para el transporte marítimo", si bien afecta "de forma muy significativa a los puertos del Mediterráneo oriental" y en menor medida a los de la vertiente occidental, como es el caso del de Barcelona.

Desde UniCredit también asumen que el comercio entre Europa y Asia podría verse considerablemente afectado si se prolongara la interrupción de las rutas comerciales en el Mar Rojo. "Aunque algunos países están más expuestos que otros a este riesgo, pensamos que los fuertes vínculos entre insumos y productos en la UE podrían implicar que las consecuencias de tal perturbación podrían extenderse en última instancia a toda la UE", plantea Federico.

La economista de UniCredit destaca que Alemania también está especialmente expuesta, aunque una parte algo menor de su comercio con Oriente Medio y Asia consiste en transporte marítimo (en torno a un 50-60%). Entre los países de Europa Central y Oriental, Polonia y Eslovenia son los más expuestos, ya que una gran parte de sus importaciones proceden de Asia y se mueven por rutas marítimas, y sus economías también tienen un grado relativamente alto de apertura comercial al comercio marítimo. Lo mismo ocurre con Hungría, que también podría verse afectada negativamente.

El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, reconoció ayer en una entrevista radiofónica que existen "riesgos" como la crisis en Oriente Próximo y el Mar Rojo, que puede afectar a los costes del transporte, así como la evolución de los costes laborales unitarios, ligados a la evolución de salarios y "con una productividad muy reducida en Europa", que puede llevar a las empresas a acabar trasladando este aumento de los costes a los precios.

Impacto limitado, de momento

Pese a todo, aunque esta coyuntura podría poner en peligro la modesta recuperación económica prevista para Europa este año, la hipótesis de base de UniCredit es que las perturbaciones probablemente sean efímeras y su impacto global limitado. Por el momento, ese impacto contenido es el que se está aprenciando, según constata un artículo del Banco de España (BdE) publicado este lunes.

En una publicación firmada por la economista Francesca Viani, el BdE detecta, a la luz de su índice de cuellos de botella, que las tensiones en el mar Rojo están teniendo un impacto reducido en la inflación. El supervisor publica mensualmente su propio índice de cuellos de botella, SBI por sus iniciales en inglés, que permite realizar un análisis en tiempo real de las tensiones en las cadenas de suministro y que se basa en búsquedas textuales en artículos de prensa. Este indicador ha sobrepasado el nivel alcanzado en marzo de 2021, cuando el encallamiento del buque Ever Given bloqueó el Canal de Suez durante seis días.

No obstante, la crisis actual "tiene, de momento, un impacto limitado sobre el índice principal de cuellos de botella", según el organismo. Si bien se ha incrementado, sobre todo en la eurozona, desde mediados de diciembre, se mantiene muy por debajo de los máximos registrados durante la pandemia. La actual debilidad de la demanda global y la ausencia de congestión en la industria logística y en las cadenas globales de suministro antes del episodio actual "habrían contribuido a esta contención".

Sobre la inflación, "en consonancia con el limitado efecto" sobre los cuellos de botella, las estimaciones disponibles "apuntan a que el impacto de las tensiones del mar Rojo sobre la inflación sería, por ahora, muy reducido". A diferencia del episodio del Ever Given, "hay mucha incertidumbre sobre cómo evolucionará la crisis, que podría ir a peor". Por ello, pide vigilar de cerca la situación.

La posición del Gobierno español

El riesgo que puede suponer esta situación para el sector español no ha movido de momento la posición del Gobierno. La ministra de Defensa, Margarita Robles, insistió la semana pasada en que España no formará parte de ninguna misión en el Mar Rojo, ni la que lidera Washington ni la que tiene previsto aprobar la Unión Europea, y advirtió a EEUU: "Ningún país le dice a España dónde tiene que participar, ni dónde no".

La ministra se manifestó así de rotunda durante una comparecencia en la Comisión de Defensa del Congreso recogida por Efe al responder a varios diputados respecto a la postura de España sobre las misiones internacionales contra los ataques de los rebeldes hutíes de Yemen a barcos comerciales. "Trato de ser siempre muy clara, me puedo equivocar en lo que hago, pero no miento", ha subrayado la ministra, quien ha explicado que EEUU incluyó a España en la coalición internacional Guardián de la Prosperidad cuando el Gobierno español "no había dicho nada" y tenía claro que "no se iba a comprometer en una misión que no tiene el paraguas de OTAN, UE o Naciones Unidas". Tras manifestar su respeto por EEUU, "un aliado serio y fiable para nosotros", le ha advertido: "Ningún país le dice a España dónde tiene que participar y dónde no tiene que participar".

En cuanto a la misión específica que la Unión Europea tiene previsto aprobar el próximo 22 de febrero, Robles ha afirmado que España no se opone a que se constituya pero no va a participar, lo que ha justificado en que nuestro país es el Estado europeo que participa en más misiones. Entre ellas, la ministra ha mencionado la Operación Atalanta de lucha contra la piratería y de protección del Programa Mundial de Alimentos en el Océano Índico.

Algunos analistas han avisado en los últimos días del riesgo de que la tensión se traslade al Estrecho de Gibraltar, algo que tocaría muy de cerca a España, en el caso de que Irán diese el visto bueno a un ataque en la zona. El 23 de diciembre, el adjunto a la Comandancia de Coordinación de las Guardias Revolucionarias de Irán, el general Mohamad Reza Naqdi, avisó del posible "cierre del mar Mediterráneo y el Estrecho de Gibraltar" a consecuencia de la iniciativa abanderada por EEUU en el mar Rojo contra los ataques de la insurgencia hutí de Yemen, afín a Teherán, a la navegación de la zona.

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