Periodista especializada en Banca y Finanzas.

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo advirtió al presidente de BBVA, Carlos Torres, de que no veía bien lanzar una opa hostil sobre Banco Sabadell la noche antes de que se produjera esta operación. Así lo confirman a elEconomista.es fuentes al tanto de estas conversaciones que señalan que el contacto entre el titular de la cartera y el presidente de la entidad de origen vasco fue constante desde que el pasado día 30 de abril BBVA llevase a cabo el primer comunicado al mercado acerca de la operación que ahora se ha convertido en un movimiento hostil.

BBVA fía la buena marcha de la opa hostil sobre Sabadell a que unos 200.379 minoritarios de Banco Sabadell que poseen casi la mitad del capital del banco accedan a dar el visto bueno a esta operación que ya ha rechazado el consejo de administración de la entidad catalana. Después de que a última hora de la tarde del pasado lunes el máximo órgano de Sabadell dijese no a la oferta inicial de BBVA, Carlos Torres y Onur Genç decidieron ir directamente a tratar de conquistar al disperso núcleo de accionistas que tiene la entidad catalana. La operación lanzada ayer no tendrá fácil conseguir esta luz verde, pues está formada por una amalgama de accionistas, con una amplia mayoría de minoritarios, de muy diferentes sensibilidades. Y BBVA no seguirá adelante con la oferta si no consigue el apoyo del 50,01% del capital total.

La suma de Sabadell y BBVA creará el segundo mayor banco de España y el tercero de Europa, pero el grupo vasco descarta problemas de competencia en el país. Su presidente Carlos Torres desveló hoy que, antes de plantear la fusión, la entidad ha realizado análisis y la conclusión es que el grupo resultante llegaría "a cuotas moderadas" e "inferiores a los que tendría hoy el líder del mercado que es CaixaBank" después de integrar Bankia.

La filtración del interés de BBVA en Sabadell a través de la cadena Sky News el pasado martes dinamitó los planes del grupo vasco de tratar de forma negociada la fusión con la entidad. Así lo desveló hoy el presidente de BBVA, Carlos Torres, durante un encuentro informativo para explicar la decisión de trasladar su oferta al accionariado de Sabadell después de que su consejo de administración lo rechazase por juzgarla insuficiente y que infravalora su proyecto.

Los accionistas clave de BBVA tienen un 21% del capital de Sabadell. Esta es la idea que se desprende del análisis del accionariado -altamente segmentado- que tiene la entidad catalana y que será clave para que salga o no adelante la opa hostil anunciada esta misma mañana por parte del banco que encabezan Carlos Torres y Onur Genç a través de un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). BBVA ha cambiado su estrategia: ya no busca convencer al consejo de la entidad catalana, pasa directamente a ir a por el visto bueno de los accionistas.

BBVA justifica la fusión con Sabadell en la necesidad de ganar escala, defiende la oferta vía canje accionarial como la mejor alternativa porque el proceso tardará meses en resolverse y confía en que el Gobierno la respalde, pese al rechazo emitido esta misma mañana. Son algunos de los principales mensajes compartidos hoy por el presidente del grupo, Carlos Torres, y el consejero delegado, Onur Genç, con analistas en una reunión convocada a contrarreloj para explicar la formulación de la oferta sobre el banco catalán después de haber sido rechazada por su consejo de administración.

En la banca española no hay muchos precedentes de una opa hostil, salvo la que vivió Banco Bilbao en 1987 con Banesto. La inmensa mayoría de operaciones se han resuelto con una negociación pactada entre las cúpulas de las entidades involucradas o por intervención del Banco de España cuando la integración era la solución para una entidad inviable como ocurrió durante la crisis financiera.

Los analistas comenzaron a corregir las previsiones de beneficio de Banco Sabadell tras presentar los resultados del primer trimestre de este año y antes de que BBVA lanzase la oferta de fusión el martes pasado. En este sentido, y para el momento en que la carta-oferta de Carlos Torres llegó al consejo de administración que encabeza Josep Oliu las previsiones de los profesionales que siguen habitualmente a la entidad ya habían comenzado a subir, marcando de media una mejora del beneficio para los próximos ejercicios de alrededor del 12%, tal y como se puede ver en el gráfico adjunto.

El rechazo del Sabadell a BBVA deja la pelota en su tejado y hay convicción en el mercado de que jugará la carta porque difícilmente se entendería el segundo fracaso en la misma fusión sin un buen plan B. Los analistas ven margen para mejorar la oferta tirando de la hucha excedentaria que la cúpula del grupo vasco siempre ha reivindicado tener para acometer operaciones corporativas y que en este momento alcanza los 5.000 millones de euros.

El revés en Sabadell, por segunda vez en cuatro años, mete presión sobre la cúpula de BBVA, cuya estrategia en términos de operaciones corporativas no siempre se ha visibilizado con claridad. El presidente del grupo, Carlos Torres, y el consejero delegado, Onur Genç, que el próximo año tendrán que recabar el apoyo de los accionistas para renovar mandato por otros tres años, arrancaron como tándem con el inicio de 2019, cuando Francisco González se vio obligado a anticipar su salida del grupo por el 'Caso Villarejo'.