Un error lo tiene cualquiera, hasta las grandes entidades financieras. Citi pagó por equivocación casi 900 millones de dólares a los acreedores de la marca cosmética Revlon. El error ha obligado a Citi a reformular las ganancias del cuarto trimestre y a dar muchas explicaciones frente a los reguladores. Y, en última instancia, el banco podría perder más de 500 millones.
