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La dinastía multimillonaria Benetton está a punto de presentar una oferta de adquisición por el gigante italiano de infraestructura Atlantia, de la mano de Blackstone. Esta operación podría convertirse en el mayor acuerdo del año, según apuntan fuentes de Bloomberg.

El año está siendo complicado para los fondos ESG europeos, aquellos que invierten en base a criterios ambientales, sociales y de buen gobierno corporativo. Estos productos arrojan pérdidas, en lo que llevamos de 2022, del 8,9%, según recoge Bloomberg, mientras que un índice como el MSCI World cae un 6,8%, y el Stoxx 600, de referencia en el Viejo Continente, se deja en torno a un 6%. La agencia ha incluido en este cálculo los fondos cuyos activos gestionados superan los 500 millones de dólares (unos 460 de millones de euros), y que tienen un enfoque sostenible. Consulte más artículos sobre fondos responsables en elEconomista Inversión sostenible y ESG.

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Aunque sus últimos movimientos han ido dirigidos a reducir la compa de bonos con visos a concluirla en el tercer trimestre del año dada la alta inflación, el Banco Central Europeo (BCE) no quiere que esta vez, como tantas otras, le 'pille el toro', y por eso pergeña puertas adentro una herramienta de crisis que le permita actuar rápidamente si los bonos de las economías más débiles de la eurozona comienzan a caer dada la delicada coyuntura económica.

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Europa se está arriesgando y mucho con sus prohibiciones y embargos sobre las materias primas rusas. El último ha sido sobre el carbón ruso. Aunque parece que Bruselas va despacio, lo cierto es que estas decisiones podrían estar metiendo al Viejo Continente en una ratonera energética ante la dificultad para encontrar alternativas a los bienes que provenían de Rusia. Pero la presión sobre Bruselas es muy grande. Tal y como recordaba un tertuliano en un programa de Bloomberg TV esta semana, "¿qué importa el daño a la economía cuando se ven las atrocidades que se están cometiendo en Ucrania? Hay que hacer todo lo que sea por detener esa guerra", espetaba el experto.

Nadie renuncia a la gran renuncia. Con el coronavirus, miles de empleados en Estados Unidos dejaron sus trabajos y la oferta de empleados se ha reducido drásticamente. Han pasado ya casi dos años y el éxodo de trabajadores no ha dado marcha atrás. Según Randstad NV, proveedor mundial de servicios de empleo, este fenómeno ha venido para quedarse. "Eso es una especie de cambio hoy: los empleados están más preparados para atribuir consecuencias a su infelicidad o no obtener lo que quieren", dijo Sander van Noordende director ejecutivo de Randstad. El mismo reveló su último informe Workmonitor. "Están preparados para renunciar a su trabajo si no son felices".

La enorme industria del oro de Rusia está buscando nuevas formas de vender el metal precioso, como exportar más a China y Medio Oriente, ya que las sanciones obstruyen sus rutas de venta tradicionales. El segundo mayor productor de oro del mundo se ha encontrado que los mercados de Europa y EEUU están cerrados gracias a las sanciones impuestas por la invasión de Ucrania. La prohibición les impide vender oro ruso recién producido, y algunas refinerías se niegan a volver a fundir las barras viejas.

EEUU liberará unos 180 millones de barriles de petróleo de sus reservas, cerca de un millón al día, durante seis meses a partir de mayo. El movimiento, anunciado este jueves por la Casa Blanca, supone un movimiento histórico que subraya la preocupación de la Administración Biden por el aumento de los precios del gas y la escasez de suministro mundial tras la invasión rusa a Ucrania.

El rublo está protagonizando una fuerte recuperación según avanzan las negociaciones de paz, y ya está al borde de borrar todas las pérdidas que sufrió en las semanas posteriores a la invasión de Ucrania por las sanciones occidentales, aunque aún le queda camino por recorrer.

EEUU y Europa se acercan a un acuerdo para reducir la demanda de energía rusa La administración Biden y la Unión Europea están cerca de un acuerdo destinado a reducir la dependencia de Europa de las fuentes de energía rusas, mientras EEUU y sus aliados buscan aislar y castigar aún más a Moscú por la guerra de Ucrania.

Las superpotencias agrícolas del mundo están intentando responder a una pregunta clave: si los fertilizantes rusos deben ser sancionados, ya que el aumento de los precios amenaza con avivar aún más la inflación de los alimentos. Brasil, el principal exportador de todo lo comestible, desde soja hasta café o azúcar, y el mayor importador de fertilizantes, aboga por mantener a estos nutrientes libres de sanciones en nombre de la seguridad alimentaria. EEUU, por contra, se inclina por subir la apuesta contra Rusia golpeando a uno de los pocos sectores que queda sin sancionar.