En el equipo de relaciones con inversores de Iberdrola nunca hasta la fecha se había vivido la efervescencia de interés informativo como en las últimos meses. Iberdrola se ha convertido en el faro de Alejandría del mundo renovable. Off shore, hidrógeno verde y data centers suscitan demandas de interés ya no solo de los tradicionales fondos de inversión que son pretorianos del proyecto encabezado por Sánchez Galán. Incluso algunos no tan reconocibles, como los dos grandes fondos soberanos chinos –China Investment Corporation (CIC) y SAFE, State Administration of Foreign Exchange—, que controlan el 1,3% del capital, han mostrado interés por la futura aportación al beneficio de la compañía de los negocios renovables: 1.800 millones de euros, en 2026.