En el equipo de relaciones con inversores de Iberdrola nunca hasta la fecha se había vivido la efervescencia de interés informativo como en las últimos meses. Iberdrola se ha convertido en el faro de Alejandría del mundo renovable. Off shore, hidrógeno verde y data centers suscitan demandas de interés ya no solo de los tradicionales fondos de inversión que son pretorianos del proyecto encabezado por Sánchez Galán. Incluso algunos no tan reconocibles, como los dos grandes fondos soberanos chinos –China Investment Corporation (CIC) y SAFE, State Administration of Foreign Exchange—, que controlan el 1,3% del capital, han mostrado interés por la futura aportación al beneficio de la compañía de los negocios renovables: 1.800 millones de euros, en 2026.

Las principales bolsas europeas inician este martes apuntando una sesión prácticamente similar a la de este lunes: de tono mixto. Por el momento, el tono es negativo para las principales bolsas del Viejo Continente, aunque las caídas auguran ser livianas este martes. Los inversores solo se están sumando ya a estas horas al Ibex 35, el FTSE MIB italiano y el Cac francés, pero en estos casos, las subidas también se prevén tímidas.

IAG continúa remontando el vuelo en bolsa incluso en mitad de las tensiones geopolíticas que perjudican a las firmas turísticas. La compañía alcanzaba este mismo lunes máximos del ejercicio y lo hace, además, tras las últimas revisiones de los analistas que le otorgan a sus títulos la mejor recomendación de compra en más de dos años.

Incluso parando una parte de las bolsas su actividad este 1 de mayo para celebrar el Día del Trabajador, la semana ha sido más que convulsa. En territorio nacional, este martes BBVA comunicaba de nuevo sus intenciones de explorar una fusión con Banco Sabadell, tras la que fracasó en 2020. Este viernes Puig debutaba en el parqué, en la que es la mayor salida a bolsa de Europa en 2024 y rompía con la sequía de colocaciones que vive la bolsa española. Todo ello, mientras al otro lado del charco, la Reserva Federal de EEUU (Fed) volvía a mantener sin modificaciones los tipos de interés en la reunión del pasado miércoles.

Como una tormenta primaveral, la salida a bolsa de Puig ha roto con la profunda sequía de saltos al parqué que vivía la bolsa española desde 2021. La compañía catalana da esta mañana en Barcelona el toque de campana, con un precio de 24,5 euros por acción (en la parte alta de la horquilla) y una valoración de 13.900 millones de euros. En los primeros compases de la sesión, la firma se anotaba subidas de más del 5% en su primer día como cotizada, superando los 25,80 euros y su capitalización los 14.600 millones de euros. Confirma así su clara candidatura al Ibex 35. Aunque a media sesión, estas revalorizaciones ya se habían desinflado y la compañía cierra su primera jornada en bolsa plana.

Con todas las miradas puestas en la reunión de la Reserva Federal de EEUU (Fed), la temporada de resultados continúa en el mercado norteamericano y las tecnológicas siguen registrando las mayores tensiones por parte de los inversores. Este miércoles le tocaba el turno a la firma más alcista del S&P 500, cuyas cifras no gustaban y se desplomaba en bolsa.

Se acaba definitivamente la sequía de salidas a bolsa en el mercado español y ya hay nombre para el primer gran inversor. El esperado salto al parqué de Puig (que se producirá este viernes 3 de mayo en Barcelona) comienza con Criteria anunciando que acudirá a la colocación y adquirirá un 3,05% del capital de la compañía, a través de la compra de acciones B por valor de 425 millones de euros.

Puig cierra el proceso de book-building y confirma que el precio de sus acciones se situará en la parte alta de la horquilla proporcionada en el folleto. Así, la compañía catalana comenzará a cotizar en bolsa a 24,5 euros por acción y su valoración alcanzará los 13.900 millones de euros.

Mercados

Se dice comúnmente que en el mundo de la empresa familiar, la primera generación la funda, la segunda la hace crecer y la tercera la cierra. En el tejido empresarial español hay ejemplos de todo tipo, pero en lo que sí hay un gran consenso es en el hecho de que la gestión de estas empresas atiende a un modelo diferente, más cauto en el aspecto de balance y con una visión más a largo plazo.