La demanda continúa fuerte y los recortes de la oferta no paran de sucederse en los últimos comunicados de la OPEP+ (Organización de Países Exportadores de Petróleo y socios como Rusia) y, sin embargo, con este entorno, los precios del petróleo no dejan de caer.

Las políticas monetarias desarrolladas por los bancos centrales están dando sus frutos y las inflaciones mundiales ya dan cierto respiro, pese a seguir bastante elevadas sobre el objetivo del 2%. La caída de los precios de la energía ha sido uno de los puntos que más ha aliviado los datos de IPC y ahora el impedimento de una relajación aún mayor corre a cuenta de la alimentación. Por el momento, no se ha podido frenar el importante avance de los precios de los alimentos, que aumenta en cada dato de inflación (ver gráfico). Así, algunas de las conocidas como materias primas blandas, relacionadas con la alimentación, se colocan como las más alcistas del año en bolsa.

Parecía que Wall Street había esquivado con maestría el nuevo hundimiento de un banco, el tercero en menos de dos meses, tras la quiebra de Silicon Valley Bank y Signature Bank. Pero, pese al buen arranque de los índices norteamericanos en mayo -el S&P 500 incluso alcanzó a nivel intradía nuevos máximos del ejercicio en los 4.186 puntos- el golpe de la banca se asestó este martes. "Los estándares de préstamo se están endureciendo; puede avecinarse una crisis crediticia. Los préstamos se han desplomado", advertían desde Bloomberg.

Este lunes se cumplieron 52 días desde que el banco regional Silicon Valley Bank anunciase su quiebra y se llevase consigo a Signature Bank, otra entidad estadounidense, y, jornadas más tarde, a Credit Suisse, su víctima en el Viejo contiente. Tras perder casi la totalidad de su valor bursátil, First Republic Bank se convirtió en la tercera liquidación americana y, pese a ello, Wall Street digirió bien este nuevo mal trago, que volvía a suscitar dudas sobre la estabilidad de su sector bancario, e incluso acumulaba ganancias durante la jornada que lo acercaban a máximos del ejercicio.

La recomendación de Rovi ha resistido durante todo abril como el tercer mejor consejo de todo el selectivo español, solo superado por Logista y Sacyr en La Liga Ibex -la combinada elaborada por elEconomista.es con los consensos de mercado de Bloomberg y FactSet-. Ya acumula dos meses entre las favoritas de los analistas.

Un año de paz y sosiego. Eso es lo que esperaban las bolsas de este 2023, tras un 2022 que dejó sus espaldas más que baldías. Sin embargo, las sorpresas se han ido sucediendo en estos primeros meses y el devenir bursátil está en manos de la evolución de diferentes frentes, como la inflación. Así lo creen los expertos consultados por este medio, con un 67% de los mismos menos optimista al considerar que la bolsa europea no terminará este año por encima de los niveles actuales, frente a otro 33% que sí que confía en que batirá los mismos.

La francesa Teleperformance, uno de los valores de Tressis Cartera Eco30 -se unió al fondo asesorado por elEconomista.es en la última revisión de diciembre-, lanzó esta semana una opa sobre Majorel (una empresa que ofrece servicios al cliente), por valor de 3.000 millones de euros.

Existen compañías que no dan la nota en cuanto a criterios de inversión ESG se refiere. Industrias que, hoy por hoy, se sitúan a la cola en cuanto a sostenibilidad, criterios sociales y buen gobierno. Y, sin embargo, las casas de análisis siguen recomendando tomar posiciones en valores ligados al juego o a la fabricación y desarrollo de armamento que cuentan con recorrido por delante en el corto plazo.

El 1 de mayo se celebra la festividad del Día del trabajador, en recuerdo de las personas que acudieron este mismo día, pero hace exactamente 137 años atrás, en 1886, a la huelga celebrada en Chicago en reivindicación de la jornada laboral de ocho horas que, pese a reconocerse legalmente, la patronal no cumplía. Desde entonces, los logros en el ámbito laboral han sido muchos.