Tras un largo proceso y una muerte anunciada, las autoridades de Estados Unidos han decidido cerrar First Republic. Tras las quiebras de Silicon Valley Bank (SVB), Silvergate y Signature, las tensiones se trasladaron a su competidora, que también ha sido incapaz de contener la crisis. Las fugas de depósitos, la presión por las frenéticas caídas en bolsa y el deterioro de sus activos, han provocado que la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés) haya decidido cerrar la entidad y adjudicar sus restos a JP Morgan, como ha anunciado este lunes el organismo.
El acuerdo por la venta de la entidad se ha saldado con una oferta de 10.600 millones de dólares. El regulador expresó en su comunicado que "para proteger a los depositantes, la FDIC va a entrar en un acuerdo de compra y toma de posesión con JP Morgan Chase Bank, National Association, Columbus, Ohio, para asumir todos los depósitos y la mayoría de los activos de First Republic Bank".
Aunque las primeras quiebras bancarias se produjeron a principios de marzo y parecía que las turbulencias se habían contenido, First Republic volvió al disparadero tras presentar sus resultados. La entidad había sufrido una fuga de depósitos de 100.000 millones de dólares en el primer trimestre, un 58% menos en comparación con las cifras de los tres meses previos.
Al constatarse ese 'agujero', el banco cayó un 50% el martes, un 30% el miércoles y más de un 40% el viernes, su último cierre. Las fuertes ventas dejaban su capitalización muy tocada y sus títulos en los 3,5 dólares frente a los 120 que valían al empezar marzo..
Su delicada situación hizo que las autoridades estadounidenses lideraran la búsqueda de una solución desde el viernes a través de una venta o un rescate. En este tiempo, los reguladores han estudiado las ofertas para intentar salvar a First Republic de JP Morgan, PNC o Citizens, pero, finalmente, han decidido cerrar el banco y adjudicar sus restos a la primera. La entidad californiana tiene 103.900 millones de dólares en depósitos y 229.000 millones de dólares en activos, según detalla FDIC. Se trata del segundo mayor colapso bancario de EEUU por activos, superando la quiebra de Silicon Valley Bank (209.000 millones) y solo se queda por detrás de Lehman Brothers (691.000 millones).
"JP Morgan está apoyando al sistema financiero estadounidense gracias a su solidez y a su capacidad de ejecución"
A partir de ahora comenzará el proceso de traslado. Los clientes de First Republic seguirán usando sus cuentas hasta que se actualicen los sistemas. El banco de Jamie Dimon se queda con los depósitos asegurados y los no asegurados, como ha explicado el mismo. Por otra parte, también comienza la desaparición física del banco, ya que JP Morgan se quedará con las 84 oficinas de First Republic en Estados Unidos, que abrirán bajo su nueva identidad.
En parte, las negociaciones con la banca se han extendido durante todo el fin de semana por los riesgos que supone hacerse cargo de la situación de la entidad. Por eso, FDIC y JP Morgan han llegado a un acuerdo por el que ambas entidades compartirán las pérdidas o lo que se recupere potencialmente de la cartera de créditos de inmobiliario comercial y residencial de la californiana, han detallado. Lo que no asumirá es su crédito corporativo o sus acciones preferentes.
"Al llevar a cabo esta transacción, JP Morgan está apoyando al sistema financiero estadounidense gracias a su solidez y a su capacidad de ejecución", destaca en un comunicado. Sus acciones subían un 2,67% en los primeros compases de Wall Street. Por su parte, los títulos de la empresa rescatada han sido suspendidos de cotización en los 3,51 dólares por acción. Esta es su última cifra tras unas caídas frenéticas desde los 115 dólares que marcaba en marzo.
El presidente de la entidad, por su parte, ha hablado este lunes tras cerrar la compra de los activos de First Republic Bank después de ser intervenido por el Gobierno de EEUU. El directivo estadounidense ha afirmado que, con la segunda mayor quiebra de la historia del sector, está cerca de terminar el caos bancario que se inició con el colapso de Silicon Valley Bank. "Esto se está acercando al final y con suerte, este movimiento ayudará a estabilizar la situación".
"El sistema bancario está sano y salvo y eso protegerá a pequeñas empresas de todo el país que necesitan poder pagar la nómina de sus
El directivo defendió que a pesar del miedo y la fuga de depósitos, los bancos regionales que informaron de los resultados del primer trimestre en las últimas semanas "en realidad tuvieron números bastante buenos". Además, el presidente ejecutivo explicó que "el sistema bancario estadounidense es extraordinariamente sólido".
La firma de Dimon también ha detallado que calcula ganar 2.600 millones de dólares por la compra y espera tener unos costes de reestructuración de 2.000 millones.
El propio presidente del Gobierno de los Estados Unidos, Joe Biden, se ha pronunciado al respecto de la operación. El político demócrata ha afirmado que el gracias a este movimiento "el sistema bancario está sano y salvo" y que "eso protegerá a pequeñas empresas de todo el país que necesitan poder pagar la nómina de sus trabajadores".