Redactor de Internacional. Aprendí a cubrir economía en Argentina, aunque mi pasión siempre ha estado en Reino Unido y EEUU, en las que me centro actualmente, porque si algo no son precisamente estos dos países es aburridos. Estudio sobre el bitcoin y el universo de ideas y fraudes que ha crecido alrededor en mis ratos libres.

Hace un mes, los rebeldes del Partido Conservador británico decidieron aplazar su rebelión por la ley para deportar solicitantes de asilo a Ruanda y dejar al primer ministro, Rishi Sunak, comerse el turrón en Downing Street con cierta tranquilidad. Pero la fecha de la verdad ha llegado finalmente, y el Reino Unido está atento de nuevo a la enésima crisis interna de los tories en lo que va de legislatura. Un total de 70 diputados amenazan con tumbar al Gobierno justo cuando queda menos de un año para las próximas elecciones, y desatar otros meses de caos en un país adicto a las crisis políticas desde hace una década.

La campaña de primarias del Partido Republicano de EEUU ya ha empezado con los caucus de Iowa, y salvo un giro inesperado en las próximas dos votaciones, en New Hampshire y en Carolina del Sur, todo apunta a que Donald Trump va a arrasar frente a unos rivales que se han centrado en atacarse entre ellos y mostrar su apoyo al propio Trump en vez de confrontar con el candidato al que, supuestamente, querían vencer. Así, la revancha entre el anterior y el actual presidente, Joe Biden, parece estar servida, siempre que lo permita el principal oponente que le queda al republicano: la Justicia.

El cierre de la 'era Fernández' y el comienzo del mandato de Javier Milei ha dejado en Argentina la cifra de inflación mensual más alta desde la hiperinflación de 1990: un 25,5% en diciembre, el doble del 12,8% que se registró en noviembre. Una cifra que refleja el efecto de la liberación de precios ordenada por el nuevo Gobierno, que las empresas aprovecharon para 'ponerse al día' con los costes que habían estado absorbiendo en los meses anteriores, y que se ha saldado con una brusca aceleración de la subida de precios. El acumulado anual, de un 211%, es también el más alto desde la dolarización de 1991.

Tal y como apostaban la mayoría de los analistas, la SEC (Comisión del Mercado de Valores de EEUU) ha autorizado 11 ETF -fondos cotizados- de bitcoin al contado, un hito en la normalización de la criptomoneda dentro del mundo financiero que abre la puerta a una entrada de dinero institucional en inversiones sobre su precio.

El día en que entra en vigor de 'decretazo' del nuevo presidente argentino, Javier Milei, para reformar la economía del país, los precios en los supermercados han cerrado un mes con subidas desorbitadas. La cesta de la compra que sigue elEconomista.es desde el pasado 29 de noviembre en dos grandes cadenas de supermercados culmina 30 días con alzas del 80% y el 46%, respectivamente. Un incremento que refleja la 'sinceración' de precios después de que el nuevo Gobierno retirara la mayoría de controles y acuerdos con las empresas para mantener bajo el coste y devaluara un 50% la moneda.

EEUU ha vivido en 2023 una situación pocas veces vista: una recesión 'emocional', un fantasma que no aparece en ningún dato, pero que sobrevuela el consenso popular. Y eso pese a que las cifras económicas han sido, sobre el papel, excelentes: el PIB crece a un ritmo estimado del 2,6%, según las últimas proyecciones de la Casa Blanca; el desempleo se ha mantenido por debajo del 4%, en uno de los niveles más bajos de los últimos 20 años, gracias a un aumento sostenido de la contratación; los salarios reales del 80% más pobre han crecido al ritmo del 1,1%, batiendo a los precios; y la inflación se ha deshinchado con fuerza, cayendo del 6,45% en el que abrió el año al 3% estimado para este mes. Unas cifras muy positivas, mucho mejores de lo que todos los analistas se esperaban, pero que no parecen haber llegado a la calle: el sentimiento económico de los consumidores sigue siendo negativo y pesimista. Una situación difícil de explicar que ha recibido el nombre de "vibecession", algo así como 'ambiente de recesión', y que podría estar tocando a su fin con la esperanza del 'aterrizaje suave' que ya vislumbra la Reserva Federal.

El ex primer ministro británico Boris Johnson lo había vendido como una de las grandes posibilidades del Brexit: recuperar el sistema de pesos y medidas imperial, con sus libras, onzas, stones, arrobas y galones. Pero el sueño de volver a las medidas anteriores a la implantación del sistema métrico internacional, en los años 70, ha acabado hoy después de que el Gobierno admitiera que su consulta pública sobre la posibilidad de abandonar los kilos y los litros ha recibido el rechazo de un 98,7% de los encuestados.

Uno de los puntos clave del paquete de recortes de gasto público puesto en marcha por el flamante presidente de Argentina, Javier Milei, es la eliminación de subsidios a servicios como el transporte público. El Gobierno ha prometido dar los detalles de ese recorte a partir del próximo 1 de enero, pero la patronal de las compañías de autobuses de Buenos Aires ya ha advertido esta semana de que el precio de un viaje se va a multiplicar por 6, de menos de 70 pesos a 400. Pero lo peor se está sintiendo ya en las zonas más alejadas de la capital, donde el precio ya se ha quintuplicado en lo que va de mes y el coste de viajar dos veces al día durante un mes ya supone dos tercios del salario mínimo.

El 'tratamiento de shock' aplicado por el presidente de Argentina, Javier Milei, tras su llegada al poder se está notando en las tiendas con fuertes subidas de precios que ya rondan el 50% desde su victoria electoral. La cesta de la compra que sigue elEconomista.es en dos de las grandes cadenas de supermercados del país registra ya un 61% y un 43% de alza en cuatro semanas, respectivamente. Y algunos productos, como el café o el papel higiénico, se han disparado en niveles de más de tres dígitos porcentuales, llegando hasta a quintuplicar su precio en menos de un mes.

Todos los grandes negocios del entretenimiento han tenido históricamente su reverso oscuro. Y cuanto más grandes, más probabilidades de que salga algo turbio. En el último siglo Hollywood se ha visto envuelto en casos famosísimos de drogadicción, de negocios ilegales con la mafia, de jefes acosadores como Harvey Weinstein. Los videojuegos, un sector que ha crecido a pasos agigantados desde las 'maquinitas' de los bares para entretener a los niños a publicar superproducciones con presupuestos multimillonarios, ha sufrido los mismos problemas a cámara rápida. Pero igual que el 'Me too' obligó al cine a mirarse al espejo, las grandes firmas de videojuegos están haciendo una limpieza de las partes más tóxicas de su cultura laboral, como el machismo o unas condiciones muy duras para sus empleados.