Análisis
La Reserva Federal estadounidense (Fed) y el Banco Central Europeo (BCE) se encuentran en un momento delicado. La subida de tipos de interés es el arma principal que utilizan los dos bancos centrales para frenar a una inflación que todavía sigue desbocada, pero el incremento en el precio del dinero está teniendo consecuencias indeseadas para la estabilidad financiera, algo que ha quedado patente en las últimas semanas con el colapso de varios bancos en EEUU y el temor de los mercados a un posible contagio en Europa.