
Este jueves tiene lugar la segunda reunión del año del Banco Central Europeo (BCE), un encuentro que ha cobrado especial relevancia durante las últimas semanas, ya que será clave para ver la reacción del organismo al inesperado repunte que se ha producido en la inflación en el mes de febrero.
Los analistas encuestados por Bloomberg avalan lo que los mercados descuentan desde hace varias semanas: una subida de tipos de 50 puntos básicos este jueves y, ahora, además, han actualizado sus previsiones hasta situar el techo de tipos en la eurozona en el 4,25%.
Es decir, después de la subida de este jueves, todavía quedarían tres incrementos más, en este caso, de 25 puntos básicos, para alcanzar el nivel más alto del precio del dinero en este ciclo. Estas perspectivas contrastan con las que había a principios de febrero, cuando los mercados compraban dos subidas de tipos menos de las que ahora esperan.
"En Europa, el principal acontecimiento será la decisión del BCE del jueves. Basándonos en los comunicados del BCE, parece que habrá otra subida de tipos de interés de 50 puntos básicos. Una cuestión clave es si podrían pre-anunciar más subidas en su esfuerzo de reducir la inflación al objetivo del 2%. Las previsiones preliminares mostraron que la inflación en la eurozona ha subido en febrero un 8,5% anualizado, una cifra más elevada que el consenso del 8,2%", explican desde Allianz GI.
El peligro de subir demasiado
Estos datos de inflación han convencido a los analistas y a los mercados de que el BCE va a tener que reaccionar y ser más agresivo, pero hay que tener en cuenta que los resultados de esta encuesta se han recogido entre los días 3 y 9 de marzo, sin tener en cuenta el impacto de las noticias del pasado viernes sobre Silicon Valley Bank, un acontecimiento que ha afectado a las expectativas de inflación, tanto en Estados Unidos, como en Europa, y también tuvo un impacto importante en el mercado de renta fija, con los inversores comprando bonos con intensidad el viernes, quizá esperando que la Fed y el BCE no puedan ser tan agresivos en los próximos meses si se confirma que el crecimiento económico está más amenazado de lo que se esperaba.
De hecho, hay quien está avisando ya de que el BCE está proyectando un endurecimiento de la política monetaria excesivo, que va a tener un impacto muy negativo para la economía. Es el caso de Bank of America: "Creemos que el BCE va camino de un endurecimiento excesivo. Y las señales que hemos recibido esta semana nos mantienen muy preocupados por una probable reacción exagerada del BCE: la economía ha sido y sigue siendo débil, algunas presiones inflacionistas en ciernes van en la dirección correcta y es poco probable que la política fiscal proporcione un impulso inflacionista adicional (en todo caso, pronto podría dar un giro a peor)", destacan desde el banco, avisando al mismo tiempo de que "los hogares europeos se están viendo presionados a un ritmo sin precedentes, y el crecimiento del consumo real se está volviendo negativo".
En una reunión en la que el organismo actualizará su cuadro de perspetivas macroeconómicas, es especialmente importante analizar cómo evoluciona la previsión de crecimiento e inflación para la institución. El último cuadro macro del BCE sitúa el PIB en un crecimiento del 0,9% para este año, 1,9% para 2024 y 1,8% para 2025, con inflacionies del 6,3%, 3,4% y 2,3%, respectivamente, en estos mismos años.
"Es probable que el BCE siga considerando que los riesgos para las perspectivas de inflación a medio plazo son mayores que los efectos negativos del endurecimiento monetario sobre la economía real. Esto debería reflejarse también en las previsiones de crecimiento e inflación", explica Ulrike Kastens, economista de DWS.
Según los analistas encuestados, el BCE incrementará las previsiones de PIB para 2023, y dejará sin cambios las de 2024 y 2025, al mismo tiempo que recortará la estimación de inflación para 2023 y 2024, y dejará sin cambios la que mantiene para 2025.
El balance, en 5 billones
Además de los tipos de interés, otra herramienta que utiliza el BCE para marcar su política monetaria es la gestión del balance, es decir, la reducción de los bonos que tiene en cartera el organismo, una cantidad que actualmente es de 7,83 billones de euros. En este sentido, los analistas esperan que el organismo vaya reduciendo su tamaño hasta los 6,9 billones de euros a finales de este año, y que ciere 2024 en los 6,2 billones, con la perspectiva de que, en el largo plazo, el tamaño del balance del BCE se estabilice en el entorno de los 5 billones de euros, los niveles que mantenía antes del Covid.