La última encuesta a gestores de fondos que elabora mensualmente Bank of America ha recogido el impacto de la crisis bancaria que se ha desatado en Estados Unidos, y se ha contagiado a Europa en los últimos días. Los 212 gestores que manejan un patrimonio entre todos de 548.000 millones de dólares, contestaron entre los días 10 y 16 de marzo, y sus respuestas a las preguntas del banco estadounidense confirmaron el peligro que se percibe en este momento por la crisis bancaria.
La primera prueba es que los gestores han colocado como el mayor peligro para los mercados "un evento sistémico de crédito", algo que ya percibían como peligroso en el mes de febrero, pero que lo situaban en el quinto lugar, por detrás de la inflación, la geopolítica, la recesión y las políticas agresivas de los bancos centrales. Ahora, el riesgo inflacionista queda en un segundo plano, cuando, hasta ahora, era la principal preocupación para los gestores de fondos.
EEUU, el gran peligro
Una vez se ha situado la crisis actual como la gran preocupación de los gestores en este momento, es interesante analizar qué elementos podrían generar una crisis sistémica, ya que, hasta ahora, el impacto de los desplomes que se han visto hasta ahora se ha mantenido relativamente limitado. Para los encuestados, el eslabón débil dentro del sistema financiero mundial, que podría generar un efecto dominó y desencadenar una crisis sistémica, es la banca en la sombra de Estados Unidos.
Y es que, los gestores han demostrado que la fuente de los problemas está ahora en Estados Unidos, teniendo en cuenta que el segundo factor con más riesgo de generar una crisis de crédito es el mercado de deuda corporativa del país. En tercer lugar, sitúan el mercado inmobiliario de países desarrollados, y sólo en sexto lugar aparece la primera referencia a Europa, enfocado en la deuda soberana del Viejo Continente.

El posicionamiento de las carteras de los gestores encuestados confirma el temor por invertir en este momento en el sector bancario, y también en la bolsa estadounidense en general. La rotación que han llevado a cabo en sus carteras frente al posicionamiento que mantenían el mes pasado lo demuestra: el sector bancario es el que más peso ha perdido en las carteras de los encuestados, con un descenso, de media, de casi 25 puntos porcentuales, el tercer peor mes para el sector en toda la serie histórica, y el peor desde marzo de 2022, cuando, por el inicio de la guerra de Ucrania, hubo una huida masiva del sector por parte de los gestores que, a día de hoy, sigue siendo el mes de mayores salidas que se recuerda, incluso por encima de la época de la Gran Crisis Financiera.
La bolsa estadounidense es la segunda clase de activo que más peso ha perdido en las carteras de los encuestados, cerca de 10 puntos porcentuales, a la par que el sector de consumo básico. Otro de los grandes perjudicados ha sido el sector inmobiliario, que ha visto su peso reducido en 6 puntos porcentuales en el último mes.
Por el contrario, en el último mes los gestores han incrementado su posicionamiento en la bolsa europea con especial interés: lidera la clase de activos que más peso han ganado en las carteras, con más de 12 puntos porcentuales.
De hecho, la rotación desde la bolsa americana hacia la europea del último mes ha hecho que la preferencia por el Viejo Continente, frente a Estados Unidos, sea la más elevada que se ha visto en seis años, desde 2017.
Recesión y bancos centrales
Los últimos acontecimientos han empeorado las perspectivas que tienen los gestores de cara a que se pueda producir una recesión en los próximos meses. Si en febrero el 35% neto (los que esperan que haya recesión, frente a los que no) de gestores pensaba que veríamos una recesión en el próximo año, ahora es el 51% los que así lo esperan.
Sin embargo, en el frente de la inflación, los gestores no han cambiado prácticamente nada sus perspectivas: el 57% neto espera que la inflación sea menor que ahora en 12 meses, algo que encaja con el escenario de recesión que esperan los inversores.
En cuanto a la política monetaria, los gestores han incrementado incluso las subidas de tipos esperadas en Estados Unidos, y ahora prevén que habrá, de aquí a final de año, 3 incrementos de 25 puntos básicos. Para el Banco Central Europeo (BCE) la perspectiva es parecida: esperan que los tipos suban otros 50 puntos básicos desde los niveles actuales, antes de que empiece el año que viene.