La crisis que se ha desatado en Estados Unidos con el colapso de Sillicon Valley Bank, Signature Bank y Silvergate Bank ha tenido eco en Europa con Credit Suisse como protagonista, por motivos diferentes. Sin embargo, en momentos delicados para los mercados, como el actual, la confianza se convierte en el catalizador que puede crear un problema por sí solo, y ahora muchos inversores estarán preguntándose cuál es el riesgo real de impago de las entidades españolas.
Los ministros de economía de distintos países de la zona euro han llamado a la calma en los últimos días, asegurando que no hay riesgo de contagio. En general, la salud de los bancos europeos es buena, después de imponerse controles estrictos tras la crisis de 2008, para evitar que volviese a ocurrir un evento similar. El mercado, por su parte, compra el mensaje de tranquilidad de las autoridades. Si se tienen en cuenta las cotizaciones de los CDS (Credit Default Swaps, los seguros de impago que cubren a los inversores ante el impago de una compañía o de un país), los mercados están dejando claro que solo les preocupa Credit Suisse, una entidad para la que descuentan un impago casi seguro a un año vista, con una probabilidad del 96%, según monitoriza Bloomberg.
La banca española
Utilizando esta misma herramienta, es claro que los inversores descartan que vaya a producirse un impago en los grandes bancos cotizados de nuestro país. De media, cogiendo como referencia Banco Sabadell, CaixaBank, BBVA y Santander, la probabilidad de impago es del 6,9%a cinco años, una situación que debería tranquilizar a quien esté preocupado por que se desencadene un evento de este tipo en los próximos años.
La entidad que más riesgo de impago presenta es Banco Sabadell, y su probabilidad de no cumplir es, según los mercados, del 9,9% a cinco años (el equivalente a un CDS cotizando en 131 puntos). Este riesgo de impago es incluso menor del que se esperaba a principios de este año, cuando el CDS a cinco años se movía en el entorno de los 140 puntos, reflejando una probabilidad de impago en este periodo del 11%.
Después de Sabadell, CaixaBank es el banco que presenta el riesgo de impago más elevado, según los CDS, y este no parece preocupante en absoluto. Con esta crisis el seguro de impago se ha encarecido desde los 74 hasta los 82 puntos (esto es un coste de 82.000 euros para asegurar 10 millones de euros de inversión en bonos de la entidad), con un riesgo de impago a cinco años del 6,4% en este momento, similar al que mantienen otras firmas del sector como Société Générale o Macquaire.

BBVA y Santander, por su parte, tienen un riesgo de impago menor que estas otras firmas. Ambos han visto cómo el riesgo de impago percibido por el mercado se incrementa en los últimos días, pero sigue siendo muy reducido: para BBVA ha pasado del 4,3%, antes de la crisis de Sillicon Valley Bank, hasta el 5,9% actual, mientras que para Banco Santander ha pasado del 4,3% al 5,5%.
Jérémie Boudinet, responsable de crédito de grado de inversión de La Française AM, confirma cómo "el riesgo más evidente es para Credit Suisse, que lleva un tiempo sufriendo sus propios problemas", indica, y confirma que, "por ello, evitamos invertir en la entidad. Aunque se trata de un riesgo de cola muy lejano, el miedo actual al contagio y la presión de los mercados son poco favorables para el banco suizo". El experto, sin embargo, confirma que no ve "ningún motivo fundamental de preocupación" con otros bancos fuera de EEUU. "Aunque hay bonos de bancos de beta más alta, como Deutsche Bank, que tienden a reaccionar de forma exagerada a este tipo de noticias, en nuestra opinión no hay nada que ver. Los fundamentos crediticios de los bancos europeos nunca han sido tan positivos, con indicadores de depósitos estables, bajos índices de morosidad y elevados colchones de capital", confirma el experto.
Credit Suisse, una curva de CDS invertida
El caso de Credit Suisse es diferente de lo que se está viendo en el resto de grandes bancos europeos. La entidad suiza tiene problemas y su curva de CDS lo deja muy claro: está en situación invertida, reflejando un riesgo de impago enorme en los plazos más cortos, alcanzando el 96% a un año, muy por encima del que se descuenta a periodos de tiempo más largos. Esto es una anomalía, ya que una curva de CDS normalizada, como es lógico, cobra más por asegurar el impago de una entidad en periodos más largos.