Periodista
víctor arribas

Una parte de España vuelve a la calle. La conflictividad social va en aumento a medida que las cifras macroeconómicas encajan en el difícil tablero de la contabilidad nacional. Las empresas ganan más dinero, los bancos multiplican beneficios, los ayuntamientos tienen superávit, el déficit se reduce y se crean más empleos. Pero la riqueza no llega por igual a todos y eso ha movilizado a sectores de la población que reclaman una recuperación de lo que perdieron en los peores momentos de la crisis. Proliferan los informes que ponen énfasis en la desigualdad de una parte de la sociedad que no puede hacer frente a su día a día con los mismos recursos que hace diez años. El gobierno parece querer contentar a todos, pero es difícil que pueda regar tantas plantas marchitas a la vez: policías, jubilados, asalariados, maestros...

Víctor Arribas

El Congreso de los Diputados suma esta semana ya dos debates sumamente inconvenientes en los que se han escenificado diferencias políticas en temas en que la búsqueda de consenso es transcendental. Las pensiones, ese sistema que es patrimonio de todos, llevadas a un pleno monográfico con ataques políticos sobrevolando el hemiciclo de forma constante. Y las condenas por crímenes de especial gravedad, en la misma semana en que ha aparecido el cuerpo sin vida de un pequeño asesinado de la forma más cruel. Mayor inconveniencia es imposible imaginarla.

víctor arribas

El padre de Diana Quer, la joven madrileña asesinada en Galicia durante las fiestas patronales del pueblo donde pasaba los veranos con su familia, esperaba encontrarse ayer con Pablo Iglesias para trasladarle el apoyo de casi tres millones de ciudadanos a su cruzada legal. Con sus firmas, ese número no desdeñable de españoles han secundado la iniciativa para evitar que la máxima pena privativa de libertad que contempla nuestro ordenamiento jurídico sea anulada en el Congreso. Le dijeron al llegar al palacio del Congreso que Iglesias no podría recibirle, pero a cambio tendría la oportunidad de conversar unos minutos con cuatro mujeres parlamentarias que dirigen el grupo político Unidos Podemos. No es fácil que alguien pueda entrevistarse cara a cara con diputados o diputadas con responsabilidades, así que Juan Carlos puso en valor el gesto de las representantes de la ciudadanía y se adentró en los pasillos de la Cámara.

Los políticos secesionistas insisten en mantener la ensoñación

Los catalanes que anhelan el independentismo comienzan a ver claramente de qué va ahora la cosa. Si se repiten las elecciones, circunstancia cada vez más cercana, volverán sin duda a apoyar a los partidos que han provocado esta situación de quiebra institucional y bloqueo político. Los resultados no diferirían mucho de los cosechados el día 21 de diciembre pasado. Pero muchos de esos votantes y simpatizantes de la Cataluña independiente saben ya de qué clase son los dirigentes que han conducido a esta comunidad autónoma rica y próspera a convertirse en un riesgo para cualquier inversión y en un antipático vecino empeñado en complicar la vida del conjunto de los españoles.

Hay ambiente preelectoral a dos años y medio aún de unas generales

Las elecciones de Cataluña celebradas en diciembre pasado parecen haber agitado más de una libido electoral en los principales dirigentes políticos españoles. Eso, o el olor a desgaste de neumáticos del gobierno sólo dieciséis meses después de la investidura del presidente. Sea el factor que sea el causante, el resultado se aprecia día a día en la agenda pública sólo con escuchar las constantes declaraciones de los múltiples portavoces que cada partido pone en liza. Hay ambiente preelectoral, nada menos que a dos años y medio casi de las próximas elecciones generales.

víctor arribas

La situación de bloqueo institucional en Cataluña es una burla descarada a la ciudadanía de esta comunidad autónoma, toda, los que votaron a unos y los que votaron a los otros. El sistema una vez más se demuestra frágil para responder a parálisis provocadas de forma interesada por determinadas formaciones políticas. Los padres de la Constitución, y mucho menos los del Estatut de Cataluña, no pusieron antídotos para este galimatías a caballo entre la legalidad y la ilegalidad, porque sencillamente era imprevisible para todos que se llegara a un aprovechamiento tan acusado de las instituciones.

víctor arribas

Los partidos políticos se lanzan a la batalla por el voto de los pensionistas. Una pendiente muy peligrosa que no es más que el acusado síntoma de la etapa política que se vive en España desde hace algunos años. Vale todo. Aunque exista la consciencia real de que no vuelve a haber elecciones hasta dentro de dos años largos, un período que debería servir para pactar medidas, buscar acuerdos, encontrar soluciones a los problemas de la gente. Nada más lejos. Se busca el desgaste del adversario al precio que sea con tal de obtener titulares favorables y una sensación de quedar por encima del otro.

Sentencia sobre la 'vía Wert' para garantizar el castellano en Cataluña

A todos aquellos que defienden de forma retorcida que los tribunales españoles obedecen a las órdenes del gobierno o los poderes fácticos, a todos los que consideran al Constitucional como un tribunal de excepción manipulado por el poder político, la sentencia sobre la vía Wert en la LOMCE les habrá dejado con las vergüenzas al aire. Lo cual no es impedimento para que sigan manteniendo un discurso amparado en una represión imaginaria de la post-dictadura franquista: seguirán haciéndolo por muchas evidencias que concurran y por muchos años que pasen tras esta etapa de desafío al Estado.

La idea de la cantante ha servido para una aceptación del debate

Muchos ciudadanos españoles descontaron el domingo todo lo que iba a ser dicho, escrito y tuiteado cuando conocieron el arrebato españolista de la cantante Marta Sánchez en el Teatro de la Zarzuela de Madrid. La sinceridad de una cantante a la hora de transmitir sus sentimientos, algo loable y hasta deseable en cualquier artista, iba a verse a buen seguro sometido a un escarnio, la costumbre infalible en estos casos hacía presagiar todas y cada una de las valoraciones amistosas que ha tenido, así como las más racionales pero igualmente negativas. No es nada nuevo en este país inacabado llamado España que se menosprecie públicamente a quien muestra apego o reconocimiento por el país en el que vive y por sus símbolos. Por esto entre otras cosas despertamos admiración en los países amigos: no hemos conseguido destruir aún un país al que maltratamos con verdadero empeño.