Son momentos complejos cuando hablamos de cambio climático, sin duda. Todos tenemos sentimientos contradictorios con el tema, por una parte vemos como la Cumbre Climática de Glasgow no ha cumplido las expectativas que habíamos depositado en ella. Si miramos con detalle podemos encontrar cosas bastante positivas: los compromisos se han realizado sobre la premisa de no subir por encima de 1,5ºC, como dice la ciencia, y no sobre 2ºC, como querían algunos intereses; los acuerdos sobre forestación, reducción de las emisiones de metano, el mayor compromiso de las grandes corporaciones, los cambios hacia positivo de China y USA… son aspectos muy positivos. Pero yo me quiero quedar con cuatro aspectos como son, el papel a la cabeza de Europa y de España, el valor cada vez más importante de la sociedad y su compromiso, la fuerza que se reclama a la descarbonización y el apoyo a las energías de origen renovable y limpio. Los aspectos negativos los resumiría en la falta de atrevimiento y compromiso mundial. Cuando se buscan acuerdos de todos de forma unánime, se acaba priorizando a la baja el acuerdo por encima de los retos reales, pero eso es otra película.