A menudo se piensa que las monarquías son una forma de gobierno inferior a las repúblicas en lo concerniente al desarrollo económico. Históricamente, las monarquías solían confiscar propiedades de manera arbitraria, declarar la guerra sin razones de peso, lanzar proyectos megalomaníacos, endeudarse temerariamente y arruinar la economía. La realidad contemporánea, sin embargo, indica que las monarquías, especialmente las constitucionales con un régimen democrático, han contribuido a la estabilidad y la prosperidad de la población.

Decano de la Escuela de Administración de Empresas de la Universidad de Cambridge