Marta González es redactora en elEconomista.es, donde se incorporó en junio de 2021. Graduada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, le interesa el medioambiente y escribe sobre temas variados, desde startups y criptomonedas hasta barcos.

Las secuelas de la pandemia, la inflación y las subidas de tipos de interés por parte de los bancos centrales de todo el mundo para contenerla, así como la incertidumbre y la desaceleración económica, no están afectando a todos los países por igual. Mientras que algunas naciones consiguen poco a poco dejar atrás este escenario o, como mínimo, reducir sus efectos, otras están teniendo serias dificultades para hacerlo. En el caso de Latinoamérica, los ejemplos más claros son Venezuela, que registró un encarecimiento de sus precios del 158%, Argentina, el cual alcanzó el 110% y el de Surinam, que rozó el 59% el año pasado. Sin embargo, no se trata de una situación común a toda la región, como demuestran los datos de México.

En poco más de 15 años, las redes sociales han conquistado el mundo. Es raro, o prácticamente imposible, encontrar a alguien que no tenga cuenta en al menos una de las plataformas más populares y que no le dedique una parte considerable de su tiempo. Sin embargo, al tiempo que se ampliaba la omnipresencia de estas aplicaciones, también lo hacía el rechazo que generan las empresas detrás de las mismas. Es por ello que varias de ellas figuran en la lista de las 100 compañías con peor reputación entre los ciudadanos de EEUU elaborada por Axios y The Harris Poll.

Aproximadamente 25 semanas ha ostentado Bernard Arnault, el presidente y director ejecutivo del conglomerado del lujo LVMH, el título de persona más rica del mundo, según el Índice de Bloomberg. El 13 de diciembre de 2022, el empresario francés se lo arrebató a Elon Musk, el consejero delegado de Tesla y fundador de SpaceX, después de que las acciones del fabricante de vehículos eléctricos cayesen debido, principalmente, a la liquidación acometida para financiar la compra de Twitter, pero también por el Tesla modelo Y que perdió el control en China y mató a dos personas. Sin embargo, en un giro de los acontecimientos, el excéntrico multimillonario vuelve a liderar este exclusivo ranking, lo que no quiere decir que sea gracias a su magnífica gestión de sus compañías, especialmente la red social del pájaro azul.

Singapur y Hong Kong se han propuesto atraer a los multimillonarios y las empresas que buscan proteger sus fortunas y beneficios de las subidas de impuestos, para lo que han aprobado una serie de estructuras. En el caso de la ciudad-estado, en forma de "sociedades de capital variable", cuyo uso se ha disparado desde 2020, con casi 890 creaciones en tres años. La región china, por su parte, introdujo las "sociedades de fondos abiertos" que, aunque más lentas, también han ido cogiendo fuerza, con 64 nuevos vehículos en 2022. Ante estas pretensiones, el paraíso fiscal por antonomasia, las Islas Caimán, no ha dudado en contraatacar.

La cuenta atrás sigue su curso. Junio está cada vez más cerca, los fondos del Tesoro estadounidense menguan por momentos y, aún así, republicanos y demócratas no consiguen ponerse de acuerdo para aumentar el límite de endeudamiento de EEUU. De no cambiar la situación, no podrá asumir el pago de su deuda y el país se verá obligado a declararse en default. Dado que se trata de la principal potencia económica del mundo y que no existen precedentes, el resto está conteniendo el aliento a la espera de lo que pueda suceder. Algo que podría evitarse si el país se fijará en el ejemplo de la otra nación con un techo de deuda con una cifra nominal formal.

En octubre de 2022, Mark Zuckerberg fue noticia por perder 100.000 millones en 13 meses, pasando su patrimonio de 142.000 a 48.900 millones de dólares. Este fue el precio que pagó el fundador de Facebook por su apuesta personal por el metaverso. Pero eso es cosa del pasado. Tras este batacazo, el consejero delegado de Meta aprendió la lección y, con el inicio del nuevo año, decidió dar un giro a su estrategia, la cual parece estar dando resultados, ya que su fortuna es la que más ha crecido de todas las incluidas en el Índice de Multimillonarios de Bloomberg en lo que va de 2023.

Hace casi 15 años, Grecia hizo temblar los cimientos de la Unión Europea (UE). En 2009 con un déficit presupuestario equivalente al 13% de su Producto Interior Bruto (PIB), una deuda de más del 113% y su economía al borde del abismo, el Gobierno griego se vio obligado a aceptar un rescate a cambio de imponer duras normas presupuestarias. Ocho años, tres rescates y 203.770 millones de euros después, el país consiguió recuperarse lo suficiente como para valerse por sí mismo, poniendo fin a ese programa. Ahora, en un giro de los acontecimientos, la nación balcánica se ha convertido en una de las que más crece dentro de la zona euro. "Un tigre del crecimiento europeo", en palabras de los analistas de Barclays.

En su momento, el antiguo líder del partido eurófobo UKIP, Nigel Farage, fue el principal impulsor del Brexit. Sin embargo, casi siete años después de que los ciudadanos de Reino Unido votasen a favor de abandonar la Unión Europea (UE) y más de dos desde que finalmente entrará en vigor el divorcio entre ambas partes, admite que ha sido un fracaso. Según él, en teoría, han recuperado el control -en referencia al eslogan de la campaña del referéndum-, pero "estamos regulando a nuestras empresas con más celo que si fuéramos miembros de la UE". Y muchos podrían decir que hay otras señales de que este experimento no ha salido como esperaban. Por ejemplo, que sea el único país occidental que todavía no se ha recuperado de los estragos de la pandemia y la crisis de coste de vida en 2022. O el hecho de que las facturas energéticas se incrementasen en 1.100 millones de libras (más de 1.268 millones de euros) en 2022 debido a la salida del mercado único y el aumento de la inflación provocado por la guerra de Ucrania.

La semana pasada, el presidente del Banco Mundial, David Malpass, advirtió del peligro que supone para la economía mundial los niveles récord de deuda de los países desarrollados. "Los ratios deuda/PIB son más altos que nunca", señaló. A lo que añadió: " Eso significa que un país tiene que trabajar mucho más sólo para devolver el dinero que se ha tomado prestado". Una situación aún más complicada en el caso de las naciones con menos recursos, pues se enfrentan, además, al problema de pagar los préstamos extranjeros mientras sus reservas de divisas siguen menguando. Y la cuestión es que no tienen que saldar cuentas con cualquier prestamista, sino que muchos de ellos recibieron ayuda del mayor y más implacable de todos, uno que no hace públicas sus condiciones y se muestra reticente a condonar los intereses de su deuda.

Ghana es el segundo mayor productor de cacao del mundo -solo por detrás de Costa de Marfil- y llegó a superar a Sudáfrica como el mayor productor de oro africano durante unos años. Todo esto, combinado con una democracia estable, un gobierno bien gestionado y unos servicios públicos decentes, hicieron que el Producto Interior Bruto (PIB) per cápita de esta región fuera de los más altos del continente. Asimismo, esto le permitió convertirse en ejemplo de éxito a ojos del resto del mundo. Sin embargo, el impacto de la pandemia y la guerra de Ucrania en su economía, la inestabilidad en la que están sumidos sus vecinos y, sobre todo, una serie de malas decisiones, han provocado su caída en desgracia.