En la vertiginosa caída que sufrió en marzo de 2020 como consecuencia de la pandemia de coronavirus, el Ibex 35 se dejó un 39,4% de su valor en cuestión de tres semanas. El desplome que sufrió fue ligeramente superior al del EuroStoxx (38,3%) y al del estadounidense S&P 500 (que no llegó al 34%). El español se hundió más que los grandes indicadores mundiales, y su recuperación posterior también ha sido más lenta.

Volkswagen es el cuarto valor más alcista del EuroStoxx 50 en lo que llevamos de 2021: en un año marcado por la rotación de las carteras hacia los valores cíclicos, el fabricante de coches se dispara un 38,6%, un repunte que solo superan ASML, Deutsche Post e ING. Eso a pesar de que, en las últimas semanas, se ha visto penalizado en el parqué por la sanción de 875 millones de euros que la Comisión Europea le ha impuesto, junto a BMW, por participar en un cártel para evitar competir entre sí en las tecnologías de reducción de emisiones diésel.

Los inversores institucionales han puesto el foco en los aumentos retributivos, que han cobrado especial relevancia en la temporada de Juntas Generales de Accionistas de 2021. Así lo explicó Claudia Morante, responsable de Gobierno corporativo en Georgeson –firma que ofrece servicios de comunicación e información a accionistas– en un seminario online sobre retribución de consejeros y altos directivos organizado por Willis Towers Watson y Cuatrecasas, junto con la citada firma. Consulte más artículos sobre sostenibilidad en elEconomista Inversión sostenible y ESG.

ENTREVISTA

Aunque el Echiquier World Next Leaders se comercializa en España  desde el pasado marzo, su lanzamiento se remonta a 2013. Es un fondo de la firma francesa de stock picking La Financière de l'Échiquier, gestionado por Rolando Grandi. Invierte en temáticas de futuro (telemedicina, big data, inteligencia artificial...), que la pandemia aceleró, con la particularidad de que se centra en pequeñas y medianas empresas. En seis de los últimos siete años -no en 2021- ha batido a su categoría, según Morningstar, la de Renta variable global capitalización flexible. 

Un tenso martes y 13 vivió ayer en el parqué Siemens Gamesa, que llegó a ceder algo más de un 4% en el peor momento de la sesión, aunque finalmente cerró con un descenso del 2,75%. La compañía pagó en su cotización la decisión de la US International Trade Administration (la Administración de Comercio Internacional de los Estados Unidos) de imponer aranceles del 73% sobre el precio de venta a las empresas exportadoras de torres eólicas.

Si uno echa un vistazo a los principales emisores de deuda verde, solo un emergente, China, se situó en 2020, entre los líderes. El país asiático, que quiere marcar su propia pauta en sostenibilidad, emitió en torno a 22.000 millones de dólares, según los datos de la Climate Bonds Initiative (CBI). Esa cifra lo posicionó como el cuarto mayor emisor global, solo por detrás de EEUU (que superó los 50.000 millones), Alemania (41.000) y Francia (37.000 millones de dólares). En este ranking, España fue el octavo emisor, con en torno a 10.000 millones de dólares. Consulte más artículos sobre sostenibilidad en elEconomista Inversión sostenible y ESG. 

Euronext opera a día de hoy los mercados de París, Ámsterdam, Bruselas, Lisboa, Dublín, Oslo y también el de Milán, tras comprar esta bolsa el pasado octubre. Esta especie de unión europea de capitales pudo haberse ampliado con la incorporación de España: Euronext cortejó durante un tiempo a BME, que finalmente fue adquirida por la suiza Six. A día de hoy, la actividad de Euronext en España -país en el que abrió oficina en 2017- está focalizada en las pymes tecnológicas, a las que aspira a facilitar el acceso a financiación en los mercados de capitales. Les ofrecen, sin coste para ellas, una formación (el programa TechShare) para prepararlas de cara a un posible salto al parqué en los mercados de Euronext. Precisamente hace unos meses la fintech AllFunds elegía Euronext, y no BME, para estrenarse en bolsa.

Prosegur se anota en el parqué en torno a un 25% en lo que llevamos de año, pero sigue sin recuperar su nivel de cotización previo al Covid. Aún tendría que escalar un 15% adicional para regresar a los 3,5 euros en los que se negociaba la acción del grupo de seguridad antes del crash de marzo de 2020. Los analistas confían en la revalorización del valor, al que otorgan una recomendación de compra.