En la vertiginosa caída que sufrió en marzo de 2020 como consecuencia de la pandemia de coronavirus, el Ibex 35 se dejó un 39,4% de su valor en cuestión de tres semanas. El desplome que sufrió fue ligeramente superior al del EuroStoxx (38,3%) y al del estadounidense S&P 500 (que no llegó al 34%). El español se hundió más que los grandes indicadores mundiales, y su recuperación posterior también ha sido más lenta.