Siempre sonriente y amable con la prensa y con la gente en general; aparentemente cercano y sin asomo de arrogancia, a pesar de sus éxitos en el cine (con un Oscar, tres Globos de Oro y una Palma de Oro honorífica en Cannes), a sus 63 años, Tom Cruise sigue presente como gran estrella en importantes acontecimientos internacionales, como la ceremonia de los Juegos Olímpicos en París. Domina el marketing como nadie pero, al mismo tiempo, es uno de los personajes más enigmáticos de Hollywood.