Miembro del Consejo Editorial de elEconomista
Opinión | Juan Fernando Robles

La ampliación de capital del Banco Popular, segunda gran operación en cuatro años, no es sino la consecuencia del grado de deterioro que está experimentando el sector bancario en sus resultados, que no le dan para cerrar los coletazos de la crisis financiera más profunda que se pueda recordar.

Opinión | Juan Fernando Robles

Ahora que han metido en la cárcel al dirigente de Ausbanc, entre otros, nos enteramos que todo el mundo sabía de sus prácticas perversas. Yo me sumo a lo dicho por la jueza del caso Nóos y recuerdo que hay que aplicar la presunción de inocencia, tanto aquí como en Palma de Mallorca. El auto de prisión es prolijo en sus detalles y la realidad es que se observa una minuciosa investigación de todo el caso. Sólo me sorprende, quizás por mi ignorancia, por qué unos entran en prisión a la primera y otros llevan acusados largos períodos de tiempo por delitos gravísimos y se están paseando.

Juan Fernando Robles

El mismo problema que tiene Bruselas para imponer a los Estados la estabilidad presupuestaria tiene el Gobierno para imponérsela a las comunidades autónomas: falta de autoridad y excesiva autonomía en el gasto. La realidad es que las administraciones han gastado más de 56.608 millones de euros de lo que han ingresado, es decir, el 5,16% del PIB y un punto más de lo pactado con la UE. Un verdadero drama presupuestario que no tiene visos de corregirse y que augura insoslayables subidas de impuestos.

Opinión | Juan Fernando Robles

La banca europea está convulsa, aunque en la práctica no ha dejado de estarlo desde el comienzo de la crisis, allá por 2008. Son muchas las circunstancias que desde entonces mantienen al sistema financiero de forma casi permanente en el punto de mira y que no han permitido superar las dudas desde entonces.

Sistema financiero

El sector bancario está inmerso en una reestructuración que aún no ha terminado. No sólo ha tenido que convivir y aún muestra las heridas de una crisis financiera global y de una crisis económica de gran profundidad en España, sino que los nuevos cambios normativos, de supervisión y de mercado condicionarán aún más su actividad, ya de por sí muy compleja.

Juan Fernando Robles

La política monetaria de Draghi se caracteriza por usar muchas palabras y ser parca en medidas. Así, es fácil defraudar al mercado que espera más de lo que recibe porque no se acostumbra a la lentitud y a la cortedad de acción del BCE. Si el programa de compra de activos, es decir, el QE, se hizo esperar, ahora la ampliación del mismo en parte se deja para el futuro y de esta forma difícilmente provocará efectos en el corto plazo. Lo que se ha hecho son ajustes técnicos por el mal diseño del programa y no una decidida ampliación del mismo y la prueba del algodón es que la bolsa baja y el euro sube, lo que pone de manifiesto que se habían descontado medidas más drásticas.

Juan Fernando Robles

Cuando los tribunales hacen apaños en lugar de buscar exclusivamente la equidad, la ley y la razón, las sentencias pueden acabar siendo un engendro. Y un engendro parece la doctrina del Tribunal Supremo sobre las cláusulas suelo, pues antes que entrar en el fondo de la cuestión se queda en la superficie y antes que impartir justicia con equidad protegiendo y defendiendo los intereses del público, se apresta a defender los balances bancarios. Todos quieren proteger tanto a la banca que hasta el Lince Ibérico se ha puesto celoso. El Tribunal Supremo no está para evitarle un roto a la banca, impidiendo la retroactividad de la devolución de las cláusulas suelo indebidas, sino para hacer honor a la Justicia. El Gobierno tampoco debe ser tan servil con la banca respaldando tal doctrina. Ya ha sido bastante con el rescate de las cajas y algunos bancos, que es como si rescatara a todos al evitarles los riesgos de sistema, teniendo en cuenta que el Gobierno no ha hecho nada similar por ningún otro sector económico, ni por las pymes ni por los autónomos, que se han dejado a su suerte. La cláusula suelo carga sobre el cliente todos los quebrantos que el riesgo de tipo de interés puede causar en una hipoteca, dejando a la entidad financiera a salvo de unos rendimientos excesivamente bajos para sus aspiraciones de beneficios. Así, impone al cliente un mínimo que incrementa el margen cuanto más baja el tipo, cargando sobre él ese exceso de beneficio que en otra situación no obtendría y privándole del alivio en el coste que en determinados momentos de la larga vida del contrato podría obtener. La libertad de contratación es una cosa, pero en la contratación bancaria, sobre todo con particulares, se da el frecuentísimo caso, y Éste es uno de ellos, de que ambas partes, banco y consumidor, no parten ni de la misma formación ni de la misma información como está reconocido por innumerables sentencias judiciales.

Opinión | Juan Fernando Robles

Las previsiones del FMI no pueden ser más favorables para España, teniendo en cuenta el escenario de ralentización en el crecimiento mundial y, sobre todo, el estancamiento en las economías desarrolladas. Nuestro crecimiento en 2015 será el mayor registrado entre los países avanzados. Es evidente que, a pesar de las muchas críticas, el desempeño macroeconómico del Gobierno ha sido más que notable, aunque no le alcance para tener más reconocimiento de una ciudadanía que, lógicamente, mira más su propio bolsillo que los indicadores macro. Las previsiones económicas globales, también las del FMI, están teniendo que corregirse constantemente por el grado de incertidumbre que la volatilidad de determinados factores está induciendo en la ecuación. Sin embargo, España parece estar bastante a salvo de contagiarse de las turbulencias que causan las materias primas, las divisas o las expectativas de crecimiento en emergentes, de tal suerte que los efectos negativos los absorbemos con facilidad. De hecho, nuestro crecimiento está sólidamente apuntalado en el consumo interno, dándole estabilidad, en un entorno de balanza de pagos favorable.

Juan Fernando Robles

Mas y Junqueras han conseguido juntos bastante menos que separados y necesitarán para gobernar, como se esperaba, a CUP, que le ha robado la cartera a los de Pablo Iglesias. Aunque esa amalgama de independentistas sistemáticos y antisistema provee un gobierno políticamente imposible, sí les da para poner en marcha las barbaridades ilegales que tienen anunciadas según sus propios criterios.

Juan Fernando Robles

Tsipras, que ha presidido uno de los Gobiernos más nefastos y lesivos que sus compatriotas hayan visto jamás, y han visto gobiernos pésimos, ha ganado las elecciones y volverá a ser primer ministro. Cabe preguntarse si hay vida inteligente en Grecia, porque Syriza ha sido responsable de llevar gratuitamente al país al colapso financiero y prácticamente a la quiebra, tras lo que ha tenido que aceptar un rescate mucho más duro que el planteado en primera instancia.