Miembro del Consejo Editorial de elEconomista
Opinión | Juan Fernando Robles

El denominado "giro social" que el Gobierno quiere darle a sus políticas en al recta final hacia las elecciones generales plantea varios interrogantes. En primer lugar, cabe preguntarse por qué se plantea ese giro. Supone un reconocimiento de que sus políticas han sido valoradas por buena parte de los ciudadanos como antisociales. De hecho, en el imaginario colectivo el Gobierno del PP se asocia con recortes, principalmente en educación y sanidad, dos de los servicios básicos más apreciados por los ciudadanos. También se le responsabiliza de las bajadas de sueldos y de aumentos fiscales que han afectado a la capacidad adquisitiva de los trabajadores y empobrecido a la clase media. Consciente del flanco tan débil en materia social, el Gobierno intenta lavar su imagen, sobre todo ante los malos resultados electorales.

Opinión | Juan Fernando Robles

Si Grecia fuera un problema económico ya estaría resuelto, pero constituye un problema político de primer orden. Permitir una salida airosa y triunfal al gobierno de Tsipras es un pésimo ejemplo para los votantes europeos, en tanto en cuanto supone dar alas al populismo que amenaza la estabilidad política de buena parte del continente.

Juan Fernando Robles

Si Grecia fuera un problema económico ya estaría resuelto, pero constituye un problema político de primer orden. Permitir una salida airosa y triunfal al gobierno de Tsipras es un pésimo ejemplo para los votantes europeos, en tanto en cuanto supone dar alas al populismo que amenaza la estabilidad política de buena parte del continente.

Opinión

Más alegría hay por un pecador que se arrepiente que por mil justos, y más alegría en Alemania por una reforma que se haga que por todas las que Grecia no hará.

Juan Fernando Robles

No, no tiene ninguna obligación de hundirse con su barco. Un político puede dimitir e irse a su casa sin que nadie le vaya a denunciar por abandonar el puente. Quizás si hace un Schettino (en alusión al capitán del crucero Costa Concordia, que dejó abandonada su nave) no estaría tan mal visto y, desde luego, seguramente muchos le agradecerán que deje las labores de salvamento en manos de otro.

Juan Fernando Robles

España quizá está desconcertada. No se sabe si lo que quiere son pactos, si rechaza el bipartidismo o si reniega de la corrupción, pero los grandes partidos evidencian desgaste, y no necesariamente por gobernar, porque el PSOE, que tenías pocos Gobiernos, también sufre, en general, un severo castigo.

Opinión | Juan Fernando Robles

Desde que hace años leí que Pericles fue acusado por la asamblea ateniense de grandes sobrecostes en el Partenón, comprendí que ciertas cosas no iban a tener remedio. Ya entonces, había sospechas de que Pericles fomentaba que Fidias, el contratista, ganara más de lo debido. Pero a la corrupción política le faltaba un elemento importante, el consejo de administración, que es ese lugar en el que acaban algunos sentándose con el único mérito de haber ocupado un cargo público, que habrá quien piense que es mucho, pero vista la situación en que está España (e incluso México) desde la perspectiva de cómo podría estar, seguramente no es ninguno. La Administración es quien maneja más dinero. De hecho, es el principal cliente de casi todo y en determinados sectores el único cliente posible. Además, el afán por regularlo todo convierte al político en el factor determinante para ganar o perder en según qué actividades. A nadie que quiera hacer negocios de primera división se le ocurre formar un consejo de administración que no esté adornado por varios políticos y ex altos cargos. ¿Pero en la práctica, sólo están de adorno? Si hemos podido ver cómo hay quien estaba dispuesto a pagar miles de euros al mes sólo por conversar con un diputado de vez en cuando, que es como hablar con un pedacito de la soberanía nacional, ¿cómo es posible resistirse al privilegio que supone tener sentado en el consejo de tu empresa a un expresidente, exministro, exsecretario de estado o "exloquesea"? Porque, independientemente de que algunos de esos ex hayan arruinado al país en un momento dado, no tienen por qué haber hecho lo mismo con la empresa en cuestión y eso es muy de agradecer, ya que el BOE puede arruinar a cualquiera o hacerle rico y, de hecho, no para de hacer tanto lo uno como lo otro.

Juan Fernando Robles

Desde que hace años leí que Pericles fue acusado por la asamblea ateniense de grandes sobrecostes en el Partenón, comprendí que ciertas cosas no iban a tener remedio.

Juan Fernando Robles

Se ha dicho hasta la saciedad que la banca es procíclica y se puede constatar en los resultados trimestrales que acaban de publicarse. La banca mejora sustancialmente sus beneficios en consonancia con la evolución de la actividad económica. Hasta aquí todo previsible. Sin embargo, cada entidad tiene sus peculiaridades que condicionan sus márgenes, aunque en general los factores clave han sido las menores dotaciones para insolvencias, una mayor actividad crediticia y un menor coste de los recursos. Si a todo ello unimos la bajada de los gastos generales, nos da como resultado una banca más competitiva.

Juan Fernando Robles

La fragmentación del voto se ha producido, aunque en menor medida de lo anunciado, y el PSOE gana con claridad, aunque en minoría, unas elecciones que anticipó para evitar la consolidación del populismo, objetivo que parece haber logrado. El electorado andaluz ha vuelto a reafirmar su conservadurismo y una gran aversión al cambio, como era previsible.