Country Manager de Essity Iberia

Desde que en la década de los 90 se lanzó el Dow Jones Sustainability Index, el primer índice global que introducía criterios de sostenibilidad, el valor de los ESG no ha dejado de crecer, hasta convertirse en uno de los principales condicionantes para determinar el valor de una empresa. No en vano, el año pasado se estrenaron más de 500 fondos de inversión en Europa de acuerdo con los criterios ambientales, sociales y de buen gobierno. La pandemia de la COVID-19 ha reforzado la necesidad de reorientar los flujos de capital hacia proyectos sostenibles con el fin de hacer que nuestras economías, negocios y sociedades sean más resilientes frente a los impactos y riesgos climáticos y ambientales.

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