Negociación

Por mucho que Downing Street se empeñe en asegurar que la reunión de ayer entre Theresa May y Donald Tusk fue "positiva y constructiva", lo cierto es que las posturas entre Londres y la Unión Europea vuelven a alejarse. Esta semana, la UE publicó el borrador con los detalles del divorcio, que incluye la propuesta de que Irlanda del Norte continuase en la unión aduanera si Londres no proponía alternativas. May ha reaccionado con otro golpe de timón, con el que parece fijar la postura de su Ejecutivo con los partidarios del Brexit más duro.

Populares, verdes, la izquierda y los socialdemócratas, en manos alemanas

Las consecuencias de las elecciones italianas del próximo domingo se sentirán en el mapa político europeo y sus mercados. Pero también en sus instituciones. Los resultados podrían provocar un movimiento de sillas que colocaría a un alemán al frente de los socialistas en el Parlamento Europeo.

Brexit

Por primera vez, la UE presentó este miércoles los términos legales del divorcio de un socio. El documento no se leyó en Reino Unido, el miembro que corta amarras, como el articulado que traduce el acuerdo político alcanzado el pasado diciembre entre los 27 miembros y el Gobierno de Theresa May. El borrador, que aún deben discutir las capitales y Londres, cayó como una nueva llamada a la batalla, sobre todo porque plantea dejar a Irlanda del Norte vinculada al bloque si Londres sigue dando tumbos con el Brexit duro. "Ningún primer ministro británico podría nunca aceptarlo", respondió May. Las diferencias son tales que "en este momento, el periodo de transición no se da por hecho", advirtió el negociador jefe de la UE, Michel Barnier, quien no sólo dio un portazo a la sugerencia británica de alargar sine die el periodo de transición, propuesto para contar con oxígeno durante la negociación del nuevo acuerdo tras la salida en marzo de 2019, sino que amenazó a los británicos con arrojarles a la inseguridad jurídica en una jugada que también dañaría al resto de socios, pero sobre todo a las islas.

Relación simbiótica

España se pegó a Alemania para la recuperación económica. Con ambos pies en la tierra, Madrid también ha tirado de Berlín para transformar este retorno a la primera línea en poder institucional. El camino de los dos socios se entrelaza en una simbiótica relación.

Agricultura

Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE se reúnen hoy en Bruselas para iniciar lo que en el mundo de la UE podría ser algo así como el combate del siglo. Se empieza a discutir el próximo Presupuesto plurianual (2020-2027), en el que los 27 Estados (ya sin Reino Unido) se repartirán más de un billón de euros. El Gobierno español va a pelear para mantener los fondos de cohesión y las ayudas al campo, incluso si para ello tiene que abrir la mano y contribuir con más dinero.

Compite con el irlandés Philip Lane

Bruselas. El día ha llegado. Como también llegó cuando España se jugó llevar la sede de la Agencia Europea del Medicamento a Barcelona, o conseguir la presidencia del Eurogrupo para Luis de Guindos. Agua en ambos casos. Pero esta vez es diferente, porque la cuarta economía del euro, y el Gobierno del PP, difícilmente podrían encajar un golpe más en la mandíbula. El prestigio internacional ya no puede sangrar más.

Análisis

La pelea para ocupar la vacante que dejará el próximo 31 de mayo Vítor Constâncio en la vicepresidencia del Banco Central Europeo representa una elección entre el éxito de la recuperación económica irlandesa o la española; entre buscar el equilibro con un Estado miembro periférico o uno del Sur; o entre cubrir la infrarrepresentación de España en los altos puestos europeos o la ausencia de Irlanda en el Consejo Ejecutivo del BCE, el único de los socios fundadores del euro que no ha formado parte.

Economía

Luis de Guindos pasó ayer su primer examen para conseguir la Vicepresidencia del BCE. El todavía ministro de Economía se sometió a las preguntas de los miembros de la comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo, como también lo hizo su rival, el gobernador del Banco Central de Irlanda, Philip Lane. Guindos es el "compañero" que, con toda probabilidad, apoyará el Eurogrupo, independientemente de su familia política. Luis de Guindos: No importa ser del Norte o del Sur en el BCE, lo importante es el equipo.

Calentamiento global

Las inversiones en proyectos verdes se han convertido en una prioridad para la UE al aunar intereses estratégicos, el beneficio económico, la oportunidad política e incluso el apoyo casi unánime de todos los involucrados. Por eso, la Comisión ha pisado el acelerador para intentar poner algo de orden en un jugoso sector. Según advirtió el vicepresidente Valdis Dombrovskis, Europa necesita unos 180.000 millones en inversiones al año para mantener el calentamiento global por debajo de los 2 grados que la comunidad internacional acordó en Paris. “El dinero público no será suficiente, así que necesitamos redirigir capital privado hacia inversiones en proyectos verdes y sostenibles”, añadió hace un par de semanas.

España lucha por tener representación en Europa

Era un secreto a voces y ayer se hizo oficial. Luis de Guindos será el candidato español a la Vicepresidencia del BCE. El todavía ministro de Economía y Competitividad está "convencido" de conseguir el puesto, aunque no dejará su cartera en el Ejecutivo de Mariano Rajoy hasta que el Consejo Europeo emita el nombramiento definitivo, el próximo 23 de marzo. "El escenario central es ganar la candidatura y, si soy elegido, inmediatamente dimitiré", señaló en una rueda de prensa ayer, desde el Ministerio de Economía.