Periodista y escritor. Entre apocalípticos e integrados, lo mío es abordar el presente y el futuro del empleo con acento crítico y sin 'hype'.

Tener que conformarse con trabajos por debajo de las habilidades que adquirieron durante sus estudios es, después del desempleo, uno de los mayores temores que afrontan los jóvenes al terminar su carrera. Y en el caso de los españoles, está plenamente justificado.

En los primeros seis meses del año, las dimisiones de trabajadores con contrato indefinido han ido incrementándose hasta alcanzar niveles récord. Pero su evolución queda completamente superada por el auge de las bajas de trabajadores con un contrato fijo discontinuo.

Mientras el debate sobre la 'Gran Renuncia' sigue marcando un buen número de análisis sobre el mercado laborar, el pluriempleo en España sigue al alza y acumula un incremento del 44% desde los peores momentos de la pandemia. Un auge impulsado por trabajadores con titulación superior.

En los primeros siete meses tras la entrada en vigor de la reforma laboral se firmaron 3,97 millones de contratos fijos, 2,85 más que en el mismo periodo de 2021. Pero solo un17% de este incremento corresponde a conversiones de puestos temporales a indefinidos.

El Mecanismo RED, el sustituto de los Ertes por Covid diseñado para potenciar la reconversión sectorial mediante la recualificación de los trabajadores, no podía haber tenido peor comienzo. La falta de medios del Servicio Público de Empleo Estatal ha provocado un retraso de casi cuatro meses en el abono de las prestaciones de miles de trabajadores de agencias de viajes, uno de los sectores más afectados por la crisis sanitaria

Un informe publicado por el Banco de España analiza el impacto de perder un trabajo en las futuras ganancias de los empleados de distintos países, un lastre que se percibe con mayor intensidad en España.

La reforma laboral ha tenido un efecto directo en las estadísticas de temporalidad de los contratos, pero el impacto en su calidad 'real' sigue sujeto a debate. Una de las claves es la duración de la jornada.

El desempleo de los jóvenes españoles alcanzó una tasa del 27,1% en mayo, la más alta de la Unión Europea, sin que las políticas para incentivar su contratación parezcan suficientes para reducir este diferencial. Un estudio analiza por primera vez en nuestro país la eficacia de hacerlo subvencionando los salarios.

El enfriamiento del mercado laboral en junio tuvo consecuencias también en las colocaciones de demandantes de empleo, que descendieron un 40% respecto a hace un año. Ocho de cada diez corresponden a personas que llevan menos de seis meses apuntadas en las listas de paro.

Si las estadísticas contabilizaran a todas las personas que no tienen un trabajo, o a las que lo tienen, pero no les resulta suficiente para vivir, sumarían 2,3 millones de personas a las cifras del paro de España y elevarían al 22,2% la tasa sobre el total de la fuerza laboral. La más elevada de la Unión Europea.