Economía

Los parados de corta duración acaparan el 80% de las colocaciones  

  • Los parados de larga duración apenas llegan al 9% de los empleos
  • Las colocaciones de apuntados al paro solo suponen el 48% del total
  • El paro de corta duración aumenta tras la reforma laboral

El enfriamiento del mercado laboral en junio tuvo consecuencias también en las colocaciones de demandantes de empleo, que descendieron un 40% respecto a hace un año. Ocho de cada diez corresponden a personas que llevan menos de seis meses apuntadas en las listas de paro.

El Servicio Público de Empleo Estatal define las colocaciones como los "puestos de trabajo cubiertos por un trabajador". En el caso de las colocaciones de demandantes, se registran de forma automática, a través del cruce con las altas de afiliación en Seguridad Social.

Las colocaciones de inscritos como demandante apenas suponen el 48% del total que el SEPE registró en junio, pero gracias al mejor seguimiento estadístico que reciben  aportan una valiosa información sobre el tiempo que una persona permanece apuntada al paro antes de encontrar empleo.

En este sentido, los datos del pasado mes revelan que el 80% de estas bajas de demandantes se concentraron en los que llevaban menos de 6 meses inscritos. Ello a pesar de que las personas en esta situación apenas suponen el 46% de los demandantes y el 42% de los parados registrados.

Por contraste, las demandas de muy larga duración, superior a un año, supusieron el 8,95% de las colocaciones, pese a que suman el 48% de los parados registrados.

En cualquier caso, solo un 3,14% del total de estas colocaciones de demandantes se produjo por una oferta publicada en los servicios públicos de empleo

Los datos del SEPE no detallan qué colocaciones corresponden a parados registrados ni a perceptores de prestación, si bien la comparativa apunta a una clara  correlación negativa entre tiempo en desempleo y probabilidad de encontrar empleo.

La influencia de la temporalidad

Aunque otra lectura del fenómeno es que la elevada temporalidad del mercado laboral explica que estos entren y salgan del desempleo con mayor frecuencia.

Esta interpretación la refuerza el hecho de que la mayoría de las altas de prestaciones de desempleo corresponden a trabajadores temporales, incluyendo en esta definición a un 20% de fijos discontinuos.

Precisamente, en junio la firma de estos contratos que regulan actividades de carácter eventual superó en un 20% a la de los indefinidos iniciales a tiempo completo.

La comparativa con junio de 2021 apunta a que la desproporción entre colocaciones y tiempo en desempleo no solo se ha mantenido, sino que se ha disparado en el último año pese a la aprobación de la reforma laboral.

ERTEs y renovaciones automáticas

Aunque en esta comparación conviene tener en cuenta el impacto de la pandemia, aún muy presente hace un año. Así, la reactivación del mercado laboral benefició especialmente a las personas que seguían inmersas en ERTE o en paro.

En este sentido, hay que recordar que en junio de 2021 seguía vigente la renovación automática de la demanda por desempleo, que en muchos casos se arrastraba desde 2020.

Estos factores, junto al mayor dinamismo del mercado laboral explican que la mayoría de la reducción de demandantes y parados en el último año se concentra en la franja de demandas de año y medio de duración.

De hecho, los parados que llevan menos de 6 meses inscritos son los únicos que se han incrementado en este periodo.

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