Empleo

Las dimisiones de trabajadores indefinidos alcanzan su máximo histórico tras la reforma laboral

  • Las renuncias de temporales se mantienen estables respecto a las cifras prepandemia
  • Casi el 80% de los asalariados tiene un contrato indefinido
  • La inactividad de los fijos discontinuos ya es la primera causa de baja de afiliación de los indefinidos
Una trabajadora abandona su empleo

Uno de los argumentos más utilizados a la hora de negar que en España se esté produciendo un fenómeno similar a la Gran Renuncia de Estados Unidos está en las cifras de dimisiones que recogen las estadísticas de bajas de afiliación de la Seguridad Social, que en lo que va de año apenas equivalen al 0,2% del total del empleo. Sin embargo, estas cifras plantean varios interrogantes sobre el mercado de trabajo español tras la entrada en vigor de la reforma laboral.

Los registros de la Seguridad Social contabilizaron un total de 47.996 bajas por dimisión entre los afiliados medios al Régimen General en los primeros cinco meses del año, 10.951 de ellas solo en mayo.

Una cifra que queda lejos del máximo anotado en el mismo periodo de 2007, cuando llegó a las 64.000. Pero estas cifras incluyen tanto indefinidos como temporales, además de un pequeño porcentaje de asalariados que no entran en estas categorías (como sería el caso, por ejemplo, de los asesores o cargos políticos de confianza).

Pero si atendemos a los contratos fijos, las bajas voluntarias se elevan a 22.753, el máximo de la serie histórica. Una cifra que, además, supera por primera vez a las de los contratos temporales, que se situaron en 22.403.

Este comportamiento se puede explicar por el repunte de los trabajadores con contratos indefinidos. Según los datos del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social, se han elevado en un 10% respecto al promedio de los seis años anteriores y rondan ya el 80% de lo asalariados.

Las dimisiones de trabajadores indefinidos suponen el 49,5% del total y las de temporales un 48,7% (más un 1,8% de otras categorías) La diferencia parece escasa, aunque hace un año la proporción era del 38% de los primeros frente al 58% de los segundos.

Sin embargo, la cifra absoluta de las dimisiones de los contratos temporales no ha disminuido con la misma intensidad que ha aumentado la de los indefinidos. De hecho, su número de renuncias es prácticamente el mismo que el registrado en mayo de 2019.

¿Qué reflejan las dimisiones?

Esta precisión es importante, porque a la hora de analizar las implicaciones de esta evolución no podemos fijarnos únicamente en los contratos fijos, aunque habitualmente, las renuncias se asocien solo a ellos.

A fin de cuentas, ¿qué mérito tiene abandonar un empleo temporal si se trata de empleos de muy corta duración que no permiten cotizar lo suficiente para cobrar una prestación por desempleo?

Precisamente por esto, varios analistas sospechan que el repunte de las dimisiones de indefinidos no solo se deba a que aumenten los indefinidos, sino a que muchos de ellos se encuentran en esta misma situación. Lo que señala directamente a los fijos discontinuos.

La situación laboral de esta figura ha sido un constante foco de polémica desde la aprobación de la reforma laboral. Al ser contratos ligados a la estacionalidad, pasan varios meses al año en inactividad, pero sin contar como parados registrados en las estadísticas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Sin embargo, sí dejan de computar como afiliados en alta.

En este sentido, analistas consultados por elEconomista apuntan que muchos trabajadores con puestos supuestamente estables se encuentran con que trabajan por periodos muy cortos de actividad, que no generan suficiente derecho a paro, y por ellos optan por dimitir y buscar otro empleo como hacen los temporales.

Sin embargo, precisan que aún habrá que esperar a los datos de los próximos meses para verificar esta hipótesis, ya que hasta después del verano no se podrá comprobar el alcance máximo de la contratación de fijos discontinuos.

Los fijos discontinuos provocan ya 4 de cada 10 bajas entre los indefinidos

Pero un dato que avala esta idea es que, pese al repunte de las dimisiones, estas no constituyen la principal causa de baja de los trabajadores con un contrato indefinido. Ese lugar lo ocupa, precisamente el pase a la inactividad de los fijos discontinuos se ha convertido en la primera causa de baja.

Según los registros de la Seguridad Social, estos casos llegaron a suponer el 38% de las bajas de afiliación de trabajadores indefinidos en el mes de mayo, el mayor registro para ese mes de la serie histórica. En términos acumulados, ya suponen el 30%, diez puntos más que hace en los primeros meses de 2019.

La segunda causa de baja en mayo fueron las dimisiones, mientras los despidos (disciplinarios u objetivos) apenas sumaron un 7%.

Entre medias, se sitúan las bajas por causa no voluntarias (que incluyen una casuística variada, desde el cierre de negocio a los cambios de cuenta de cotización en la misma empresa), que suponen el 9,88% y las motivadas por no superar el periodo de prueba, que llegan al 9,68%.

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