Jefa de Redacción de Bolsa & Inversión de elEconomista

La banca no es el único sector que está pendiente de una gran operación entre entidades cotizadas en España. El inmobiliario se transformará este año tras la operación pública de adquisición (opa) que anunció Neinor sobre Aedas, con la que se consolidará como la mayor promotora del país. Esta oferta está dirigida al 100% del capital de Aedas, aunque ya está atado un 79% propiedad de Castlelake. Las acciones restantes están repartidas entre minoristas y vehículos de inversión, que en muchos casos están presentes en el capital de ambas compañías. Se trata de una opa en la que las dos cotizadas comparten muchos accionistas. Tanto que nueve de los diez fondos españoles con más peso en Aedas tienen también a Neinor en cartera.

Las empresas que quieran cotizar en la bolsa española ya tienen una nueva vía rápida para hacerlo. El supervisor de los mercados, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), ha aprobado este miércoles una fórmula inédita de empezar el camino en bolsa sin haber realizado la colocación habitual de acciones. Este nuevo atajo se llama BME Easy Access, se presentó oficialmente hace un mes para tratar de reanimar los debuts bursátiles y ya se ha despejado todo lo necesario para su puesta en marcha.

Mientras todas las miradas están puestas ahora en los avances de la operación pública de adquisición (opa) de BBVA sobre Banco Sabadell, el resto de bancos cotizados españoles está aprovechando las últimas jornadas para salir a mercado en busca de financiación. Este martes eran Banco Santander y Unicaja los que lanzaban nuevas emisiones de deuda, mientras que CaixaBank y Bankinter cerraban colocaciones la semana pasada, aprovechando que los inversores mantienen la calma pese a las incertidumbres geopolíticas que rodean al mundo. En total, en una semana la banca española ha conseguido 4.000 millones de euros a través de bonos.

Mercados

El próximo día 1 de julio Sacyr pagará su primer dividendo ordinario en efectivo desde que Manuel Manrique llegó a la presidencia de la compañía en 2009. Este pago, que podría ser uno más en la historia de la concesionaria española, tiene una carga simbólica especial ya que, con él, prácticamente se da por muerta esta tipología de remuneración al accionista, que otras épocas más complicadas han sido un recurso muy utilizado por muchas compañías del mercado nacional, especialmente los bancos. A partir de ahora, estos scrips se quedarán en el baúl de los recuerdos del accionista español.

Se acerca el verano, y con él llegará también el parón en las operaciones de muchas empresas. Antes de que la actividad se frene, algunas compañías españolas están aprovechando la semana para salir a mercado en busca de financiación. En este miércoles han coincidido tres cotizadas del Ibex 35 con distintas emisiones de deuda: CaixaBank, Bankinter y Telefónica. Entre todas han captado 2.250 millones de euros que se suman a los 750 millones que consiguió Repsol un día antes.

La bolsa española está atrayendo dinero. El Ibex 35 vive un buen momento, en el que sube cerca de un 20% justo antes de llegar al ecuador del año. Pero, al igual que hay inversores que intentan aprovechar gangas en los momentos de caídas, en plena escalada también hay quienes toman posiciones en ciertas empresas con la esperanza de que haya correcciones y puedan sacar partido de ello. Lejos de ahuyentar a esos inversores bajistas con las subidas, hay cotizadas españolas que se han puesto en el punto de mira de nuevos hedge funds en los últimos meses. En este primer semestre han aparecido 14 nuevas posiciones cortas de 11 inversores bajistas, además de los movimientos de las que ya estaban abiertas.

El supervisor español de los mercados bursátiles inició una nueva etapa el pasado mes de diciembre, cuando Carlos San Basilio recogió el testigo para presidir la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Seis meses después, San Basilio ha trazado las líneas estratégicas y las prioridades que tendrá su mandato durante los próximos seis años, entre las que destacan algunas como la protección al inversor frente a nuevas formas de comercialización y nuevos productos; mejorar la competitividad de los mercados y fomentar la participación del minorista; adaptar las medidas de gobernanza al nuevo entorno económico; o la simplificación del marco regulatorio y de supervisión de los mercados españoles. Así lo ha explicado durante su comparecencia ante la Comisión de Economía, Comercio y Transformación Digital del Congreso de los Diputados este miércoles.

Hace prácticamente un año de la última incorporación al Ibex 35. Puig entró al principal índice de la bolsa española el julio pasado, después de un 2023 en el que por primera vez no hubo ningún cambio en todo el ejercicio. La compañía de belleza premium, que se había estrenado como cotizada en el mes de mayo previo, rompió con una racha en la que la falta de debuts bursátiles, unido a las caídas en los volúmenes de negociación entre las firmas de fuera del índice, dejaba sin empresas candidatas claras a formar parte del Ibex 35. Este 2025, de momento, va por el mismo camino en lo que ausencia de aspirantes respecta. No hay ningún valor que tenga opciones de entrada en la revisión que se celebrará este próximo jueves, 12 de junio.

El gran atractivo de muchas cotizadas de la bolsa española es, desde hace décadas, el dividendo que reparten entre sus accionistas. Aunque lo más habitual es que las empresas premien a los inversores con pagos en efectivo, son muchas las opciones distintas para retribuir y a las que han recurrido las firmas nacionales en los últimos años. Todas las fórmulas suponen un beneficio para el accionista de una u otra forma, pero no todas tienen las mismas implicaciones fiscales. En algunos casos incluso se llega a diferir la tributación, sin tener que incluirlo en la Declaración de la Renta de ese año.

Entrevista

Con sus viajes familiares a países como Tanzania, Camboya o Guatemala es fácil recorrer el mundo de la mano de María Ángeles León y sus experiencias, que la han llevado a creer firmemente en la inversión en impacto, aquella que actúa positivamente en la sociedad. Es una convencida de que la mejor manera de ayudar al desarrollo y luchar contra la pobreza es apoyando a modelos de negocio para incluir a las personas más vulnerables "en el círculo de la economía tradicional", y por eso defiende dos conceptos que no tienen por qué estar enfrentados: la inversión y lo social. "Si en un sitio en el que hay trabajo, mano de obra, y materias primas pones capital, las cosas suceden", es así de sencillo y difícil a la vez. Hoy en día es socia fundadora y CEO de Global Social Impact Investments (GSI), una gestora especializada en fondos de impacto social que pertenece al Grupo Santa Comba, holding liderado por el matrimonio María Ángeles León y Francisco García Paramés que incluye a Cobas (de la que también es cofundadora).