Ser una empresa tecnológica ya no es excusa para no repartir dividendos. Es cierto que las compañías de ese sector requieren inversiones muy importantes y durante años el crecimiento puede ser una vía mejor para aportar valor a sus accionistas. Pero llega un momento en el que la mayoría de firmas acaba compatibilizando ambas estrategias. Algo más de la mitad del Nasdaq 100, el gran índice tecnológico, ya retribuye a sus accionistas con pagos en efectivo. La última en sumarse ha sido Meta, la dueña de redes sociales como Facebook o Instragram, que daba la sorpresa en esta temporada de resultados al anunciar su primer dividendo. Entre las conocidas como las siete magníficas, solo quedarían Alphabet, Amazon y Tesla por implantarlo en sus políticas.

Jefa de Redacción de Bolsa & Inversión de elEconomista