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El plan Escrivá crea privilegiados fiscales este año con sus planes de pensiones de empresa

  • Quienes hayan negociado aportaciones como salario podrán desgravar
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Los planes de empleo se han convertido en el caballo de Troya que tendrán sus partícipes para desgravarse la máxima cantidad posible de sus aportaciones en la próxima declaración de Hacienda, si también disponen de un plan de pensiones individual. Son los privilegiados que deja José Luis Escrivá, el responsable del Ministerio de Seguridad Social, tras el tijeretazo a los topes de desgravación en los planes de pensiones realizado el año pasado.

¿El truco? Si tienen contratado un plan de pensiones individual podrán descontarse 2.000 euros de su base imponible por ese concepto, a los que pueden sumar otros 8.000 euros de rebaja si disponen también de un plan de pensiones de empresa, teniendo en cuenta que esas cifras son los topes máximos y que la aportación en los planes de empresas deberá ser realizada por el empleador.

En los Presupuestos Generales del Estado para 2022, presentados la semana pasada en las Cortes, esos límites van a cambiar: en los planes de pensiones individuales pasará de 2.000 euros a 1.500 euros, mientras que en los planes de empresa aumentará, de 8.000 euros a 8.500 euros. A efectos prácticos, la cantidad total que podrá desgravarse quien sea partícipe de ambos vehiculos de inversión, si aporta por la cantidad máxima en ellos, no se modifica, puesto que se mantendrá en los 10.000 euros.

Pero se ha incluido una ventaja adicional: la posibilidad de que la aportación a los planes de empleo sea compartida entre las empresas y sus trabajadores, aunque por la misma cuantía. Es decir, que el empleador podría aportar 4.250 euros y el empleado otros 4.250, para llegar al tope máximo de 8.500 euros de desgravación por este tipo de vehículo de ahorro.

Esto significa que los empleados a quienes les haya interesado negociar con su compañía recibir una parte de su retribución salarial como aportación a su plan de empleo podrán beneficiarse de esa desgravación máxima en su declaración de Hacienda. Una situación que en la práctica queda reducida solamente a altos directivos, que conforman una parte pequeña de los 1,96 millones de partícipes aproximadamente que cuentan con un plan de empleo, según los últimos datos de Inverco, correspondientes a junio, una cifra que se ha reducido un 1,10% respecto al mismo mes del año pasado.

En el limbo

Este privilegio con que contarán algunos partícipes de planes de empleo contrasta con el limbo en que han quedado los casi 7,5 millones de partícipes de planes de pensiones individuales, que únicamente podrán desgravarse como máximo 2.000 euros de sus aportaciones en este tipo de vehículos de ahorro para la jubilación.

Esta medida fue muy criticada en su momento por el sector al desincentivar una forma de ahorro sin aportar ninguna alternativa a los partícipes. El Ministerio de Seguridad Social llevó a cabo este hachazo en los topes de los planes individuales al tiempo que anunciaba la creación del megafondo público de pensiones –del que se ha conocido estos días un borrador del anteproyecto de ley que lo regulará–, como una forma de apostar por los planes de empleo mediante la competencia pública. Según las previsiones que manejaba el Ejecutivo de Pedro Sánchez, el volumen de activos bajo gestión que se podría alcanzar rondaría los 300.000 millones de euros.

Pero de la idea inicial de aquel superfondo público de pensiones se ha pasado a adoptar una de las iniciativas que propusieron las patronales involucradas, como adelantó elEconomista, como es la constitución de una plataforma de planes de empleo de promoción privada pero de gestión privada.

A la deriva

Los planes de empleo han languidecido durante la última década, como consecuencia de la repercusión que la crisis de 2008 tuvo sobre las aportaciones empresariales. De hecho, durante el primer semestre del año acumulan 72,4 millones de reembolsos netos, 29 millones de las salidas netas con que cerraron el año pasado. Esta falta de lujos se deja notar en los grandes planes de empleo de empresas cotizadas. De los 25 productos más grandes por volumen patrimonial, únicamente siete han contado con suscripciones netas durante el primer semestre de 2021, entre los que destacan el plan de empleados de Ibercaja (10 millones) y el de Mapfre (9,5 millones).

Para Inverco, que agrupa a las gestoras de planes de pensiones, "los limites anuales de aportaciones a sistemas de previsión social deberían suprimirse en lugar de minorarse y sustituirse por un límite global de aportaciones acumuladas a lo largo de la vida laboral, de tal forma que se pueda generar ahorro para la jubilación en función de la situación de cada trabajador durante su trayectoria sociolaboral".

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