Jefa de Redacción de Bolsa & Inversión de elEconomista

Hace diez años, en un pequeño despacho del Palacio de la Bolsa de Madrid, un entonces ya veterano en el mercado oficial de renta fija (AIAF) explicaba a este medio cómo en un tiempo récord de diez meses se había gestado un nuevo mercado de deuda accesible para pequeñas empresas. El nombre elegido fue el de MARF (por las siglas de Mercado Alternativo de Renta Fija) y ese padre de la criatura, Gonzalo Gómez Retuerto, tenía mucha confianza en que, aunque tardase un tiempo en echar a andar, acabaría convirtiéndose en una fuente real de financiación para compañías de menor tamaño que no tenían tanta facilidad de acceso a los mercados de capitales. En su primera década de vida, 143 firmas han acudido al MARF de manera directa y se han canalizado más de 70.000 millones de euros en total.

Durante las 40 semanas que ya suma este año, en las bolsas se ha impuesto un optimismo impropio de entorno de fuertes subidas de los tipos de interés de referencia. Algunas acciones sí han empezado a corregir y reflejar en sus precios el repunte de las rentabilidades exigidas a los bonos, y es aquí donde se ha visto de nuevo a los claros ganadores de este escenario: los bancos. Las seis entidades financieras que cotizan en la bolsa española lideran, todas ellas, los ascensos del Ibex 35 en el último mes. A solo 12 semanas de acabar 2023, la mayoría ya ha retribuido a sus accionistas. BBVA abonará un pago el miércoles y a partir de ahí solo quedan dos entregas en el sector.

Aena era una de esas grandes empresas del Ibex 35 que hasta ahora no recurría a los mercados de capitales para encontrar financiación a través de emisiones de deuda. El gestor aeroportuario ha decidido este año cambiar esta política y diversificar sus fuentes más allá de la banca y otros organismos de crédito. Lleva meses trabajando en un programa de emisiones con el que finalmente va a colocar sus primeros bonos. Este lunes ha dado el mandato a los bancos para arrancar su primera operación.

BBVA pagará a sus accionistas un dividendo en efectivo a cuenta de los resultados generados este año de 16 céntimos de euro brutos por acción. Dicha cuantía mejora un 33% el primer abono realizado en octubre del pasado año (entregó 12 céntimos por título) y se sitúa en línea con las expectativas del mercado, ya que los analistas proyectaban que abonaría 15 céntimos de euros. 

Emisiones más rápidas y más baratas. Es el objetivo final con el que se cambió la Ley del Mercado de Valores y Servicios de Inversión (LMVSI) para tratar de atraer a las empresas a emitir renta fija en España y cambiar así la inercia de acudir a otros grandes mercados europeos que tradicionalmente se ha producido. En resumen, convertir al país en una plaza aún más competitiva para aquellos emisores que buscan lanzar deuda para financiarse.

Varón, de unos 52 años, que compra o vende 3.000 euros en acciones. Es el prototipo de inversor minorista y el movimiento que suele hacer en la bolsa española, según los últimos datos publicados por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) correspondientes a 2022. La pandemia supuso un cambio en el perfil de inversor en España y en el mundo en general sobre todo en lo que respecta a la edad, ya que muchos jóvenes se acercaron a los mercados financieros por primera vez. Pero quienes tienen entre 18 y 34 años ya no operan tanto en bolsa, según se desprende de la caída de su actividad.

Larry Fink es la viva imagen del capitalismo y del mundo de la inversión. Todo gran empresario de una compañía cotizada de cualquier país está conectado con él, de una forma u otra. BlackRock, el grupo estadounidense que fundó, preside y dirige, es el gigante financiero que más dinero gestiona en Estados Unidos y en todo el planeta en general con unos 9 billones de dólares en activos. Si el Palacio de la Bolsa de Madrid celebrase una comida con los principales accionistas del capital cotizado en España, Larry Fink presidiría desde hace años la mesa, compartiendo espacio con otras grandes figuras de Wall Street y con más inversores internacionales que han ido apareciendo con un perfil muy distinto al del banquero americano (y no solo por el traje y la corbata).

La banca está retomando las emisiones de deuda en septiembre, después del parón estival habitual. La semana pasada era CaixaBank la que escogía el mercado estadounidense, por segunda vez en el año, para buscar financiación. Y esta es BBVA el que ha lanzado este lunes una emisión en dólares, en su caso de bonos contingentes convertibles (CoCos) del año. La primera fue en el mes de junio, cuando el banco reabrió este mercado paralizado en Europa durante semanas por la crisis originada con el rescate a Credit Suisse.

Uno de los grandes riesgos del mundo de las criptodivisas es su falta de regulación y supervisión. El Parlamento Europeo aprobó el pasado abril la primera normativa al respecto, el conocido como Reglamento MiCA (por sus siglas en inglés) para regular la emisión y prestación de servicios relacionados con criptoactivos que no entrará en vigor, como pronto, hasta mediados de 2024. En España, el supervisor de los mercados financieros manifiesta en cada ocasión que puede que estos instrumentos no son adecuados para inversores minoristas. A lo que sí ha dado su brazo a torcer es a que los inversores profesionales puedan acceder a productos derivados ligados a criptos dentro del marco regulado y supervisado.

La banca española ha iniciado septiembre con nuevas emisiones de deuda. CaixaBank, TSB (filial de Banco Sabadell), Santander Consumer (la filial de financiación al consumo de Santander), Unicaja y Cajamar se sitúan entre los bancos que han retomado el curso en Europa con nuevas colocaciones.