El Tribunal Supremo frena a la Agencia Tributaria en sus comprobaciones y rechaza nuevas investigaciones sobre los mismos elementos aunque el contribuyente no regularizara nunca los hechos investigados. El Supremo subraya que las nuevas actuaciones no son distintas de las anteriores, ya que se vuelve a comprobar algo respecto a lo que en su día ya se tenía toda la información.