Estamos viviendo unos acontecimientos de una intensidad inusitada y de unas consecuencias difíciles de prever, aunque fáciles de imaginar, dada la importancia geoestratégica de la región, y los países o bloques potencialmente concernidos. Por si el mundo no tuviera suficiente con la guerra de agresión rusa en Ucrania, el conflicto árabe-israelí emerge como un volcán fuera de control. Es una etapa más del desencuentro de dos pueblos cuya confrontación ha desestabilizado con frecuencia la geopolítica internacional.

Escritor y experto en política internacional.