Estimular el consumo para evitar la recesión. Este es el objetivo del Gobierno de Giorgia Meloni que se ha puesto manos a la obra para elaborar la próxima ley presupuestaria y anunció la subida del techo para los pagos en efectivo. Durante el debate por la moción de confianza en el Senado, la primera ministra italiana confirmó que su Ejecutivo está estudiando subir el importe máximo autorizado, que ahora es de 2.000 euros y que está destinado a bajar hasta 1.000 euros en enero de 2023, fijado por el anterior Gobierno de Mario Draghi. Meloni estaría pensando en subir la cifra hasta los 5.000 euros, a pesar de que su aliados de la Liga pidan un aumento hasta los 10.000 euros.