Economía

Meloni arrasa el 25-S, pero pide ayuda a Draghi para hacer sus Presupuestos

  • El centroizquierda apenas obtuvo el 26% y obtuvo 80 diputados
  • Meloni estudia un Gobierno con tecnócratas en los puestos claves
  • El desafío principal de Meloni es manejar la economía italiana en una situación difícil
Giorgia Meloni, en el día de su arrasador triunfo.

Giorgia Meloni está lista para convertirse en la primera mujer en presidir un Gobierno italiano. La líder del partido post-fascista Hermanos de Italia arrasó en las elecciones generales del país transalpino, que deja atrás no solo a la coalición de centroizquierda (que se paró a 18 puntos de distancia) sino también a sus aliados Matteo Salvini de la Liga (8,9%) y Silvio Berlusconi (8,3%).

La coalición de derecha en su conjunto llega al 44% pero, por efecto de la ley electoral italiana, tendrá una amplia mayoría, próxima al 60% en el Parlamento: 235 escaños sobre 400 en la Cámara de Diputados y 113 escaños sobre 200 en el Senado, que también vota la confianza al Ejecutivo.?El centroizquierda representado por el Partido Demócrata obtuvo el 26% y tendrá apenas 80 diputados y 41 senadores, mientras el populista Movimiento 5 Estrellas que ha conseguido remontar con respecto a las encuestas llegando al 15,5%, se hace con 51 escaños en la Cámara y 28 en el Senado.

El centro liberal de Carlo Calenda y del antiguo primer ministro Matteo Renzi ha fracasado en su intento de arrebatar votos a la derecha y ha quedado al 7,7% logrando una veintena de diputados y una decena de senadores.?Una mayoría de Gobierno tan amplia es una novedad para un parlamento que desde hace nueve años no consigue formar Ejecutivos estables. Y para Meloni es la oportunidad para formar un gabinete que dure los cinco años de la legislatura, algo que ningún primer ministro italiano ha conseguido en 70 años de democracia.?Por esto la líder ultra, tras la victoria, volvió a mantener el perfil bajo que había marcado parte de su campaña electoral, con el objetivo de tranquilizar a los electores más moderados y también a los aliados internacionales de Italia.

Meloni, que hace cinco años vaticinaba el "colapso" de la eurozona y definía el BCE y la Comisión Europea "un comité de negocios y usureros", celebró su victoria durante la noche electoral explicando: "Esto es el tiempo de la responsabilidad. Un tiempo en el que, si queremos ser parte de la Historia, hay que comprender la responsabilidad que tenemos hacia decenas de millones de personas".

Libres para formar Gobierno

Antes de la formación del nuevo Gobierno habrá que esperar la toma de posesión del nuevo Parlamento, prevista para el 13 de octubre, y luego la consultas del presidente de la República Sergio Mattarella.

El jefe de Estado, que en Italia es el fiador de la Constitución, tiene el poder de veto sobre los ministros y en 2018 no tuvo dudas a la hora de intervenir para rechazar algunos nombres del gabinete populista formado por la Liga y el Movimiento 5 Estrellas.

Por esto Meloni estudia un Gobierno con tecnócratas en los puestos claves, empezando por el Ministerio de Economía: la líder, según la prensa transalpina, lleva meses "cortejando" a Fabio Panetta, miembro del comité ejecutivo del BCE.

El Tesoro es, junto a Exteriores, una de las casillas fundamentales para dar garantías a los aliados europeos y norteamericanos y continuidad a la política económica e internacional de Mario Draghi.

La líder de Hermanos de Italia en la formación del Ejecutivo tendrá manos libres: su competidor interno, el filo-ruso Matteo Salvini (que había cosechado el 34% en las elecciones europeas en 2019 y ahora no llega ni al 9%) obtuvo un resultado muy inferior a las expectativas y su liderazgo es cuestionado en su mismo partido; el otro aliado, Silvio Berlusconi, ha protagonizado, con sus 86 años, un resultado mejor que lo esperado, pero lejos de la gloria de antaño y apunta a ser determinante sobre todo como enlace entre Meloni y los populares europeos.

Desafío presupuestario

"La situación en la que Italia, Europa, el mundo se encuentran no es fácil y por esto es necesaria la aportación de todos, un ambiente sereno y el respeto de todos", dijo Meloni al celebrar su victoria. El desafío principal para la líder ultra es manejar la economía italiana en una situación difícil, superando el escepticismo de los inversores y de la Comisión Europea hacia su Gobierno.

De las relaciones futuras entre Roma y Bruselas dependen los 200.000 millones de euros del plan de recuperación que, entre préstamos y subsidios, Italia tiene que recibir. Por esto el partido ganador se prepara, incluso antes de formar Gobierno, a poner a salvo las cuentas. Lo dejó claro durante la noche electoral Guido Crosetto, cofundador de Hermanos de Italia y brazo derecho de Meloni. "Recuerdo que los Presupuestos tienen que ser enviados a Bruselas el 16 de octubre. El nuevo Gobierno no tendría tiempo para prepararlos. Por esto creo que deberíamos comprometernos para una interlocución entre el Gobierno saliente y los nuevos electos y trabajar juntos", declaró Crosetto.

La perspectiva de una mayoría estable y de cierta continuidad con el programa económico de Draghi fue acogida positivamente por los inversores: la Bolsa de Milán abrió y cerró la jornada en positivo.

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