Giorgia Meloni, la líder de ultraderecha favorita para ganar las elecciones generales italianas del próximo domingo y presidir el nuevo Gobierno, tendrá que enfrentarse a un escenario económico muy difícil: la crisis energética, inflación y el peligro que los cambios en la política monetaria suponen para una deuda pública que supera los 2,7 billones de euros, el 150% del PIB transalpino.
Por ello los analistas políticos y económicos apuntan a que la presidenta del partido post-fascista Hermanos de Italia, a la hora de elegir el próximo titular de Economía, será mucho más cautelosa de lo que parece en los mítines electorales. Si por un lado acaba de declarar que, tras su victoria, para Europa "se acabará la fiesta" y reivindica haber sido la única opositora del Gobierno del ex presidente del BCE Mario Draghi, por el otro busca al futuro ministro de Economía justo en la Eurotorre de Frankfurt. Según la prensa transalpina, Meloni estaría "cortejando" a Fabio Panetta, miembro del comité ejecutivo del Banco Central Europeo. Preguntada por la agencia Reuters, la líder de Hermanos de Italia ha definido a Panetta como una persona de "altísimo nivel". Todo un reconocimiento viniendo de una política que en un tuit de 2016 definía a la Comisión y al BCE como "comité de negocios y usureros" y en otro de 2017 al euro como "una moneda equivocada, destinada a colapsar".
Querido por Draghi
El currículum de Panetta le convierte en un candidato ideal para hacer frente a las incertidumbres y tensiones a las que tendrá que enfrentarse Italia durante los próximos meses. Nacido en Roma, en 1959, Panetta es licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad Luiss de la capital italiana, obtuvo un máster por la London School of Economics y un doctorado por la London Business School. Fue contratado por el Banco de Italia en 1985, entrando en el Servicio de Estudios, la oficina más prestigiosa de la entidad. La prensa italiana indica que su carácter abierto y jovial le han ayudado a tejer relaciones y desarrollar su carrera. Así como la educación política familiar, ya que su padre fue jefe de gabinete para las políticas comunitarias y las relaciones con el Parlamento, en el Gobierno centrista de Giovanni Spadolini, durante los años 80.
Según los rumores, cuando en 2005 Mario Draghi llegó al Banco Central, Panetta le ayudó a ambientarse en la entidad, estableciendo con él una recíproca confianza. Tanto fue sí que Draghi le nombró en 2007 jefe del Servicio de Estudios y en 2011, antes de ir a presidir el BCE, le confió la Dirección General para la coordinación entre el banco central italiano y la Eurotorre.
Las buenas relaciones con el sucesor de Draghi, Ignazio Visco, le llevaron de 2012 a 2019 a la vicedirección general del Banco de Italia y en 2019 a la dirección general de la entidad. En enero de 2020, Panetta entró en el comité directivo del BCE, el órgano de gobierno del banco continental.
Esta carrera convierte al banquero italiano en el sucesor ideal del actual gobernador transalpino, Visco, cuyo mandato termina en 2023. Diferentes fuentes declararon a Reuters que Panetta se "estaría resistiendo" a las presiones de Meloni para que asuma el cargo de ministro de Economía. El banquero no lo ha comentado oficialmente, sin embargo otros artículos de prensa destacan que la situación cambiaría si la petición viniese directamente del presidente de la República, Sergio Mattarella, quien por la Constitución italiana tiene la última palabra sobre los ministros, o del mismo Mario Draghi, el primer ministro saliente.
Se busca líder de estabilidad
Se trataría de dar continuidad a la idea de estabilidad de Italia representada por Draghi y por su titular de Economía, Daniele Franco, que fue vicedirector general del banco de Italia junto a Panetta y su sucesor en la dirección general de la entidad. Además, una persona como Panetta, que conoce desde dentro los mecanismos del BCE, sería muy valiosa para un Gobierno que probablemente sufrirá la desconfianza europea hacia Meloni.
A esto se añade que, en su etapa en el BCE, Panetta ha destacado por una vigorosa defensa de la banca italiana y de los rescates aprobados, subrayando que, en el saneamiento de las entidades, Roma ha gastado menos que Berlín o París. Algo que suena como música para los oídos de Meloni, que funda su campaña electoral en la defensa del interés nacional italiano en Europa.
En todo caso, si Panetta tuviera que echarse atrás, la futura probable presidenta del Gobierno no renunciaría a nombrar a un tecnócrata como ministro. Según la prensa italiana, cabe la posibilidad de que Meloni decida dividir el Ministerio de Economía, buscando un perfil de alto nivel para el Tesoro, como fiador de las cuentas públicas, y nombrando a un político para las Finanzas.
La de Panetta o de otro tecnócrata no será una labor fácil: según los analistas de Barclays, las medidas fiscales anunciadas por la coalición de derechas, integrada por Hermanos de Italia de Giorgia Meloni, la Liga de Matteo Salvini y Forza Italia de Silvio Berlusconi, causarían un déficit adicional de entre 30.000 y 70.000 millones de euros. Una cifra elevada, entre el 1,5% y el 3,9% del PIB, que se destinaría sobre todo a un recorte de impuestos para las familias y las empresas.