Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Al Ibex volar por encima de los 16.000 puntos. A la economía española a las puertas de la Champion League. Dos crisis de las gordas en las muescas del revolver del Tuco. Francotirador de cualquier tema que huela a burbuja. En elEconomista.es desde 2016 y siempre en la trinchera de Internet. Chiflado del cine, por si no se nota.

El Banco de Japón (BoJ) se ha convertido en el eslabón más débil dentro de los grandes bancos centrales del mundo. En mitad de la gran ola de inflación y un acelerón de la política monetaria hacia tipos de interés más elevados, el banco central nipón se ha quedado rezagado del resto de sus homólogos, en el fango que suponen los los tipos negativos y las compras masivas de deuda. La mayoría de bancos centrales está sufriendo fuertes presiones del mercado, pero nada parecido a lo que en estos momentos está experimentando la deuda japonesa. Los grandes fondos bajistas están viendo una gran oportunidad para apostar contra los bonos nipones y forzar al BoJ a renunciar al control de los intereses. Los expertos advierten de que si retrocede se desatará una reacción en cadena para el resto de bonos. A favor del BoJ cuenta con su historial. Ya ganó pulsos parecidos. En contra juega el yen. Está en mínimos de 24 años y será difícil que la economía aguante demasiado tiempo estos niveles.

Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, ha revelado en el discurso de introducción del simposio de Sintra (Portugal), que el BCE va a subir los tres tipos de interés clave en la eurozona (el principal de refinanciación, el marginal de crédito y la tasa de depósito) en 25 puntos básicos. De este modo, el banco central mueve tres fichas de una vez y rompe con la 'costumbre' de los últimos años de calibrar únicamente la tasa de depósito. Además, Lagarde ha reconocido que el BCE podría ser más agresivo y olvidar el gradualismo si las expectativas de inflación se comienzan a desanclar.

Sin paños calientes, el BIS (Banco Internacional de Pagos, por sus siglas en inglés) apunta a la estanflación como el principal riesgo al que se enfrentan los bancos centrales. Elevados precios y crecimiento pírrico, sin descartar una recesión, es el peor escenario para una autoridad monetaria. El gran banco de bancos centrales recomienda a sus socios (Fed, BCE, BoE, BOJ... entre otros) atajar la inflación cuanto antes y deja entrever que hay escasas posibilidades de que se produzca un aterrizaje suave de la economía global, "pero los beneficios a largo plazo, superan cualquier coste".

economía

Todavía peor de lo esperado. La economía española avanzó un 0,2% en el primer trimestre del año y un 6,3% en tasa interanual, en ambos casos una décima por debajo del pronóstico publicado en abril. La desaceleración del consumo de los hogares, tocado por ómicron y el inicio de la guerra en Ucrania, es el mayor lastre pese a que finalmente desaceleró menos de lo previsto entre enero y marzo, aunque no la revisión a la baja encuentra su explicación en las exportaciones.

Desde que el gigante de cosméticos Revlon se acogió al Capítulo 11 de la ley de quiebras de Estados Unidos, equivalente al concurso de acreedores en España, las acciones se han disparado más de un 300%. Los títulos registran un volumen de negociación poco habitual, repitiendo episodios parecidos como con AMC, GameStop o Herzt.

energía

El Gobierno de Alemania ha elevado a una segunda fase el nivel de alarma por el riesgo al suministro energético derivado de la amenaza de Rusia de un corte total al gas. El paso sigue al dado en marzo, cuando el país activó el nivel de alerta temprana y, entre otras cuestiones, da luz verde a la vuelta al carbón y habilita una línea de crédito para ayudar al sector mientras se alimentan las reservas. Las autoridades germanas no descartan el racionamiento de energía para evitar el colapso.

ÍNDICES PMI

"El crecimiento económico de la eurozona se ha deteriorado drásticamente, cayendo a mínimos de 16 meses en junio". Esta es la primera frase de S&P Global en su comentario sobre el indicador adelantado PMI de junio del área euro. La situación de Alemania, la mayor potencia de la región, no parece mucho mejor. Los PMI vienen a confirmar un secreto a voces: la economía de la zona euro está cerca de sufrir una contracción de su actividad económica. Y aunque se necesitan dos trimestres seguidos para hablar de recesión, es un escenario que los mercados ya están cotizando.

Economía

Con la economía todavía saboreando el 'regusto' de la cuasi deflación de 2020 y la pandemia aún muy presente en nuestras vidas, una serie de economistas alemanes se atrevió a lanzar una advertencia que fue tildada de catastrofista y exagerada: la economía va a vivir un espejismo en la primera parte de la recuperación tras el covid, que terminará en pesadilla por culpa de una inflación disparada, producto de las políticas monetarias y fiscales ultra-expansivas. Más de un año y medio después, podemos decir que estos halcones alemanes esta vez sí tenían razón.

Economía

Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, ha reconocido este lunes en el Parlamento Europeo que los salarios han comenzado a repuntar, que lo harán este año por encima de la media de los últimos años y que en 2023 subirán todavía más. No obstante, se espera que para 2024, la remuneración de los trabajadores retome las tasas de crecimiento medias vistas en años anteriores (cercanas al 2%). Además, la banquera ha 'sellado' la hoja de ruta que presentó en la reunión de junio, avanzando una subida de tipos en julio de 25 puntos básicos y otra alza del precio del dinero que podría ser mayor en septiembre.

política monetaria

El Banco Central Europeo ha iniciado su carrera hacia la normalización monetaria. Para que su política alcance un tono neutro, la institución ha detenido las compras netas de bonos y prevé subir los tipos de interés oficiales de forma progresiva. El problema es que el anuncio de estas dos decisiones han disparado los rendimientos de los bonos de los países más vulnerables (más endeudados y menos competitivos): España, Italia, Grecia y Portugal. Antes de generar una crisis de deuda como la de 2011, el BCE ha anunciado que lanzará un escudo para 'rescatar' a estos países: seguirá aumentando la compra de estos bonos en su cartera. Algo que parece totalmente contraproducente para luchar contra la inflación. Sin embargo, el BCE tiene una polémica, pero eficaz solución para este problema.