Después de crecer un 5% en 2021 y un 2% en el último trimestre de ese mismo año, la economía española ha comenzado el 2022 presentando un avance del PIB del 0,3% trimestral y del 6,4% interanual. Así, el Instituto Nacional de Estadística estima que el consumo de los hogares se contrajo un 3,7% en el primer trimestre, frente al crecimiento del 1,5% que registró en el último cuarto de 2021. Es la primera tasa negativa del gasto de las familias desde el primer trimestre de 2021 y su mayor descenso desde el segundo trimestre de 2020, cuando la pandemia y el confinamiento hundió el consumo familiar un 20,4%.
El primer trimestre del año ha estado marcado por el impacto de la variante ómicron del covid durante la primera parte y por las tensiones entre Ucrania y Rusia (la guerra comenzó a finales de febrero) en la última. Se puede decir que el mes de febrero fue el único en el que la economía no se enfrentó directamente a algún viento en contra.
La economía española sigue dentro de la fase de recuperación tras un 2020 aciago. La economía nacional se desplomó un 10,8% durante el año de la pandemia. Los confinamientos paralizaron casi por completo el sistema productivo (todo paró menos los servicios y sectores elementales). Tal fue el golpe, que el PIB retrocedió en el segundo trimestre de 2020 más de un 20%, cifras que solo son visibles en tiempos de guerra.
La demanda interna se resiente
La contribución de la demanda nacional al crecimiento interanual del PIB ha sido de 3,3 puntos, cinco décimas inferior a la del cuarto trimestre. Por su parte, la demanda externa presenta una aportación de 3,1 puntos, 1,3 puntos superior a la del trimestre pasado.
El deflactor implícito del PIB aumenta un 3,7% respecto al mismo trimestre de 2021, seis décimas menos que en el trimestre pasado.
Mercado de trabajo
Por otro lado, el empleo de la economía, en términos de horas trabajadas, registra una variación intertrimestral del 3,2%. Esta tasa es de menor magnitud en el caso de los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo (del 0,5%, lo que supone dos décimas menos que en el cuarto trimestre) debido al aumento que se observa en las jornadas medias a tiempo completo (2,6%).
El crecimiento económico se está frenando en toda Europa. Los datos publicados por otros países, como Francia, también han sorprendido a la baja. El PIB francés se estancó en los tres primeros meses del año dejando una tasa de crecimiento trimestral del 0%.