Investigadora de la ICADE Research Community

El surgimiento de la variable ómicron y la alerta lanzada por la Reserva Federal (Fed) respecto de la persistencia inflacionaria han revivido los temores a una ralentización de la recuperación post-COVID. Aquellos países que fueron capaces de reaccionar de manera más eficaz a las primeras olas del virus fortalecieron su posición y mostraron un crecimiento más robusto, como China en 2020 (2.3%). España, por su parte, sufrió una de las contracciones más profundas de las economías avanzadas en 2020 (-10.8%) y pasó de ilusionar con una recuperación robusta a preocupar por su ralentización. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), no será hasta finales de 2022 cuando se recuperen los niveles de Producto Interior Bruto (PIB) de 2019.

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