A punto de echar cierre al año, podemos afirmar satisfechos que el sector inmobiliario ha sido uno de los que mejor ha capeado los efectos de la pandemia. La primera mitad de 2020 estuvo marcada por el gran impacto de la covid-19, que derivó en una corrección del mercado inmobiliario a nivel mundial. Con el estallido de la crisis sanitaria, muchos auguraron la explosión de una nueva burbuja y, tras algunas oscilaciones a lo largo de todos estos meses, la realidad es que la inversión inmobiliaria en 2021 ha arrojado un escenario completamente diferente. El optimismo inversor se ha reflejado en las cifras, especialmente en ámbitos como el logístico o el residencial destinado al alquiler.