Consejero delegado de Urbanitae

A punto de echar cierre al año, podemos afirmar satisfechos que el sector inmobiliario ha sido uno de los que mejor ha capeado los efectos de la pandemia. La primera mitad de 2020 estuvo marcada por el gran impacto de la covid-19, que derivó en una corrección del mercado inmobiliario a nivel mundial. Con el estallido de la crisis sanitaria, muchos auguraron la explosión de una nueva burbuja y, tras algunas oscilaciones a lo largo de todos estos meses, la realidad es que la inversión inmobiliaria en 2021 ha arrojado un escenario completamente diferente. El optimismo inversor se ha reflejado en las cifras, especialmente en ámbitos como el logístico o el residencial destinado al alquiler.

Si hay algo que ya se percibía desde antes de la llegada de la covid es, sin duda, el enorme potencial de crecimiento del sector inmologístico, enfocado al alquiler y compraventa de almacenes, naves y suelos industriales. No en vano, en los últimos diez años, los volúmenes de inversión global en este sector se han multiplicado por seis, y es objeto de deseo por parte de un número cada vez mayor de inversores, según la consultora inmobiliaria internacional Savills Aguirre Newman.

Que el mercado inmobiliario ha estado sometido en los últimos años a grandes impactos nadie lo duda. El último ha sido la pandemia, si bien –y en contra de lo que algunos pronosticaban– el sector ha sido uno de los que mayor fortaleza y solvencia ha demostrado. En la actualidad, ya en una etapa que podemos considerar pospandemia, los indicadores para 2022 invitan a ser positivos, a la espera del impacto real que pueda tener la aplicación de la futura Ley por el Derecho a la Vivienda.

Las cifras no dejan lugar a dudas: los bienes raíces son la mayor reserva de riqueza en todo el mundo. El valor global de los activos inmobiliarios superó en 2020 los 326 billones de dólares según Savills, un proveedor de servicios inmobiliarios. Un nuevo récord histórico impulsado por el crecimiento del sector residencial, que representa el 79% del valor total del mercado.

La ansiada vuelta a la normalidad empieza a asomar tímidamente. El inicio del "curso escolar" coincide este año con el regreso de muchas personas a la oficina. Y es que el teletrabajo, que parecía haber venido para quedarse y se había institucionalizado en algunas empresas, comienza a dar paso a la presencialidad. Según un estudio del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (Ontsi), en España el porcentaje de ocupados que trabajaban desde casa más de la mitad de los días en el tercer trimestre de este año era del 8%, la cifra más baja desde que se inició el confinamiento. Es más, a fecha de hoy, ocho de cada diez empresas están recuperando la actividad presencial tras la vuelta de las vacaciones.

El mercado inmobiliario, todavía bajo los efectos de la Covid 19, avanza a buen ritmo y poco a poco gana empuje, tal y como arrojan las cifras. Apenas finalizado el mes de junio, la inversión en activos alcanzó los 2.500 millones en el segundo trimestre, un 52% más que en los tres meses anteriores, según apunta la consultora CBRE. Son datos que invitan al optimismo en un sector que, hoy por hoy, centra sus esfuerzos en volver a los niveles de prepandemia.

El coronavirus ha tenido como consecuencia importantes y numerosos cambios tanto a nivel social, como económico. Nuestra vida se ha visto modificada, nuestros hábitos han tenido que adaptarse a una nueva realidad y las empresas se han enfrentado a retos hasta ahora desconocidos. Sin duda, la Covid-19 ha marcado un hito en la historia, y aunque sus efectos están siendo devastadores, también nos ha traído algunas lecciones y ha acelerado cambios que ya estaban en marcha.

Hace poco fui a cenar cerca del Edificio España, el famoso rascacielos que marca la entrada norte a la Gran Vía madrileña y regenta la Plaza de España. ¿Cómo puede ser que el edificio siga cerrado? ¡Tantos metros cuadrados desperdiciados en una de las zonas más transitadas de Madrid, con lo que cuesta el alquiler! El inmueble destaca por ser un claro ejemplo de la complejidad y los enredos de las grandes operaciones inmobiliarias de nuestro país.

Diego Bestard

Durante los últimos años, está creciendo de manera exponencial el número de incubadoras y aceleradoras de startups en todo el mundo, desde Tel Aviv a Guatemala. En concreto, se cifra ya en 7.000 el número de incubadoras o aceleradoras a nivel mundial de las cuales, en España, encontramos ubicadas alrededor de 500 aceleradoras. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Franquicias y Emprendedores