
Que el mercado inmobiliario ha estado sometido en los últimos años a grandes impactos nadie lo duda. El último ha sido la pandemia, si bien –y en contra de lo que algunos pronosticaban– el sector ha sido uno de los que mayor fortaleza y solvencia ha demostrado. En la actualidad, ya en una etapa que podemos considerar pospandemia, los indicadores para 2022 invitan a ser positivos, a la espera del impacto real que pueda tener la aplicación de la futura Ley por el Derecho a la Vivienda.
En efecto, a excepción de los tres primeros meses del estado de alarma en los que se paralizó prácticamente todo, el mercado promotor y la obra nueva se ha ido reactivando poco a poco para ir recuperando ritmo en los plazos de construcción y los niveles de ventas. La pandemia también ha introducido un cambio de hábitos y de demanda entre los consumidores, que se ha traducido en viviendas de mayores dimensiones, con espacios abiertos y zonas comunes, y ubicadas en la periferia de las grandes ciudades. En este sentido, Madrid y Málaga son las provincias con mayor demanda de vivienda de obra nueva, con el 21% y el 8,9% de cuota respectivamente, según la consultora internacional Colliers. Las estimaciones apuntan a que la nueva promoción mantendrá el próximo año su tendencia al alza, tanto en el volumen de operaciones como en los precios.
La nueva promoción mantendrá en 2022 su tendencia al alza en el volumen de operaciones y en los precios
En el contexto actual, las grandes promotoras de nuestro país han decidido hacer una apuesta firme por la obra nueva, con 42.000 casas en venta. Las cotizadas Neinor Homes, Aedas Homes y Metrovacesa cuentan con más de 21.000 unidades en conjunto y encabezan el ranking de promotoras con más residencial en venta en España, recientemente publicado por el portal Idealista.com. La mayoría centra sus proyectos en distintos puntos de España, aunque se focaliza muy especialmente en Madrid, Málaga y Barcelona, con una amplia y variada oferta, en la que podemos encontrar desde pisos de un solo dormitorio hasta áticos y chalés de lujo.
Por otra parte, para consolidar y concentrar su actividad –en la que hay un claro déficit de suelo–, las promotoras han protagonizado este año importantes fusiones. Es el caso de Neinor y Quabit, la integración de Áurea en Aedas Homes, la adquisición de Asentia por parte de Urbania o el movimiento de Urbas para hacerse con el grupo vasco Jaureguizar. Los anuncios de fusión también podrían alcanzar a otros grupos de menor tamaño, como Kronos Investment Group, que está en manos de inversores europeos, o AQ Acentor, propiedad del fondo alemán Aquila Capital.
Se estima, además, que el mercado residencial en España alcance al cierre de este ejercicio cifras más halagüeñas de lo esperado, con un aumento de las operaciones, una subida de los precios y mayores niveles de estabilización en el segmento del alquiler. La demanda de viviendas consolidaría de este modo su recuperación y la compraventa de las mismas, que se encuentra en pleno auge.
Perspectivas para 2022
Además, el riesgo de una nueva burbuja inmobiliaria en España parece disiparse, por lo que las perspectivas para el mercado promotor y para el sector de la construcción son aún más favorables. Tal y como apunta la Asociación Española de Análisis de Valor (AEV), a diferencia de lo que opinan algunos economistas y de lo que está ocurriendo en otros mercados europeos, el actual volumen de transacciones sería el principal argumento para alejarnos de ese escenario. La recuperación de las transacciones inmobiliarias, con un volumen del 2% del total del parque de viviendas español, se mantiene por debajo del 4% registrado entre 2004 y 2006, durante el periodo del boom inmobiliario. Y en cuanto a la financiación a promotores, según recoge el XV Observatorio de AEV, a lo largo del próximo año seguirán ganando protagonismo las alternativas que están surgiendo a la financiación tradicional, como las plataformas de crowdlending o crowdfunding, los fondos de inversión, mercado de capitales, etc.
A la vista está que tras la pandemia corren buenos tiempos para el inmobiliario, que se mantiene como uno de los principales motores económicos del país y se consolida como un activo muy atractivo para la inversión. Desde Urbanitae hemos constatado ese interés a lo largo de este año, que esperamos cerrar con un volumen de 35 millones de euros en proyectos inmobiliarios financiados. Y podemos confirmar la confianza creciente de los promotores en la financiación participativa como una opción complementaria del crédito bancario. Iniciativas Inmobiliarias, Caledonian, Oxmantown Homes, Grupo Trinosa, Construcciones y Obras Dampe, Grupanxon o Grupo Artal son algunas de promotoras que ya han apostado por este modelo a través de plataformas como Urbanitae para sacar adelante sus proyectos.
Confiamos plenamente en la capacidad actual del mercado promotor, en la existencia de una oferta ajustada y una demanda robusta, y en su potencial como producto de inversión. Por ello, estamos decididos a seguir respaldando proyectos inmobiliarios viables y potencialmente rentables, y contribuir así al dinamismo del sector.