Redactor de elEconomista.es

Aunque los coches eléctricos ya son una realidad en las carreteras de prácticamente todo el mundo, todavía queda mucho por conocer acerca de su funcionamiento. El mejor ejemplo es la batería, que es el corazón del vehículo y que al contrario de lo que se podría pensar no siempre se consume al mismo ritmo. Está claro que su duración depende en gran medida de la tecnología del modelo, pero hay que tener en cuenta que las manías del conductor también afectan.

Llenar el depósito es una de esas rutinas que cualquier conductor odia pero que al mismo tiempo hace de forma automática. Llegar a la gasolinera, colocar la manguera y pagar se ha convertido en un gesto del día a día para miles de personas. El problema es que algunos lo hacen sin pensar en qué combustible es el más adecuado para su coche y no saben que la diferencia es clave para mejorar el rendimiento del motor.

Más allá de los componentes evidentes del coche, como el motor o la batería, hay una infinidad de piezas y elementos que deben funcionar simultáneamente para que el vehículo se ponga en marcha. Para una persona que no sea experta en automoción es difícil entenderlos todos, pero al mismo tiempo conocer algunos conceptos básicos puede marcar la diferencia a la hora de evitar averías en el sistema.

No es de extrañar que miles de personas sueñen con tener un perro, ya que son animales leales y protectores por naturaleza. De hecho, en España y en buena parte del mundo es la mascota más popular, y en muchas casas son un miembro más de la familia. Sin embargo, no todas las razas son iguales y, por supuesto, no todos los perros encajan con cualquier estilo de vida.

Si hablamos de vehículos de lujo, es imposible no mencionar el Lamborghini Huracán. Su diseño, su tecnología y su exclusividad hacen de él uno de los deportivos más famosos del mundo, y al mismo tiempo uno de los más valiosos. En definitiva, cualquier amante del motor sueña con tener esta joya en su garaje, pero al mismo tiempo perder un vehículo así es una auténtica pesadilla.

Cualquier persona que se sienta al volante desea tener un trayecto cómodo y rápido, pero no siempre es así. A veces, lo que debería ser un viaje sencillo se convierte en un dolor de cabeza por culpa de un atasco inesperado. Ya sea por accidente, por obras o por haber demasiado tráfico, estar parado en la carretera sin poder avanzar es una de las experiencias más frustrantes para los conductores.

Llevar el coche al taller no es del agrado de nadie. Para evitarlo, es importante prestar atención a todas las señales que lanza el vehículo. Por insignificante que parezca, cualquier detalle tiene un significado y puede ser un aviso de que una pieza del sistema está comenzando a fallar. Es decir, lo que a priori no parece relevante, puede ser un indicio de una avería más grave que afecta al motor.

Cuando alguien se compra un coche nuevo, suele ser cuidadoso con cada mínimo detalle: circula con precaución, no fuerza el motor, mantiene la carrocería limpia y, en definitiva, lo trata como oro en paño. Sin embargo, con el paso del tiempo muchos conductores comienzan a adquirir malos hábitos que a largo plazo pueden causar daños graves en el vehículo.

Comprar un coche no es una decisión que se toma a la ligera, sino que es una de las inversiones más importantes en la vida de muchas personas. Más allá del precio de adquisición, mantenerlo en buen estado durante muchos años también supone una serie de gastos que, como es evidente, todo el mundo quiere evitar. Por eso, los conductores comparten un mismo objetivo: que su vehículo dure lo máximo posible sin dar problemas.

Hace algunos años, el precio del combustible alcanzó máximos históricos en España. En ese contexto, las gasolineras low cost aprovecharon la oportunidad y crecieron exponencialmente. Si echamos la vista atrás, llama la atención que el número de estaciones de servicio de bajo coste se ha multiplicado en el último lustro, ya que cada vez son más los conductores que prefieren repostar en gasolineras con precios más competitivos para ahorrarse algunos euros.