Motor

El humo negro del escape: una señal que muchos conductores creen normal pero esconde un problema serio en el motor de coche

Humo negro coche | Alamy

Llevar el coche al taller no es del agrado de nadie. Para evitarlo, es importante prestar atención a todas las señales que lanza el vehículo. Por insignificante que parezca, cualquier detalle tiene un significado y puede ser un aviso de que una pieza del sistema está comenzando a fallar. Es decir, lo que a priori no parece relevante, puede ser un indicio de una avería más grave que afecta al motor.

Un ejemplo claro es el humo que sale del tubo de escape en algunos vehículos. Es habitual y cualquier persona que ha viajado por carretera ha visto alguna vez un coche dejando una estela negra a su paso, pero no por ello se debe ignorar. Y es que si se convierte en algo persistente, puede indicar graves problemas en un motor que, en el peor de los casos, deja de funcionar inhabilitando el sistema de arranque.

La importancia de esta señal

Según el RACE, si un coche emite humo negro lo más probable es que haya un problema en la mezcla que se da en el interior del motor cuando se justan el combustible y el aire. Es decir, suele aparecer cuando el motor quema más combustible del necesario y no hay aire suficiente para que ese carburante llegue a explosionar. En su lugar, se quema y sale en forma de humo al exterior del vehículo.

En la mayoría de los casos, se debe a un fallo en los inyectores, concretamente en el sensor de oxígeno o sonda lambda, una pieza que se encarga de medir la cantidad de oxígeno que hay en los gases de escape para que el motor pueda ajustar la mezcla de aire y combustible. También es posible que el humo sea culpa de los turbocompresores averiados o de un filtro de aire sucio que no deja pasar el oxígeno suficiente.

Todo esto no tiene por que significar que el coche está averiado, pero sí es una señal de que es necesario revisarlo para que dicha avería no llegue a suceder. Poco a poco, el exceso de combustión hace que los componentes internos se desgasten y, al mismo tiempo, el vehículo consuma más combustible. Si se ignora, es muy probable que el fallo llegue al motor o a otros sistemas como el escape.

Cómo evitarlo

Más allá del humo negro, si la inyección o el filtro de aire están fallando, el coche presentará otros síntomas como la pérdida de potencia, los ruidos extraños al acelerar o las vibraciones extrañas. En cualquiera de esos casos, lo más importante es contactar con un profesional para revisar el sistema.

Paralelamente, hay varias prácticas que ayudan a que el coche no emita humo negro. Una de ellas es conducir trayectos medio-largos con cierta frecuencia, ya que si solo se circula en pequeñas distancias el filtro de aire no se limpia como debería. Por supuesto, otra de las claves para evitar este problema es realizar un mantenimiento correcto y utilizar gasolina de calidad.

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