Con la llegada del verano y del buen tiempo empiezan a ganar protagonismo las terrazas y los balcones, que siempre son una buena vía de escape para pasar un rato al aire libre. Y lo mejor de todo es que las opciones son infinitas: tomar un café, leer, hacer deporte, tomar el sol o incluso preparar una barbacoa. Eso sí, algunas de esas actividades pueden resultar molestas para los demás vecinos. Es entonces cuando surgen los problemas. Y es que, en ocasiones, mantener una buena convivencia entre todos los vecinos puede resultar algo complicado. Para evitar disputas con el resto de residentes de la comunidad, es importante tener claro qué se puede hacer en una terraza y qué no está permitido. Tal y como explica Idealista, esos límites dependerán en gran medida de si la terraza es comunitaria o privativa.