
Aunque los coches eléctricos ya son una realidad en las carreteras de prácticamente todo el mundo, todavía queda mucho por conocer acerca de su funcionamiento. El mejor ejemplo es la batería, que es el corazón del vehículo y que al contrario de lo que se podría pensar no siempre se consume al mismo ritmo. Está claro que su duración depende en gran medida de la tecnología del modelo, pero hay que tener en cuenta que las manías del conductor también afectan.
Cualquier detalle como el tipo de cargador, la temperatura o el ciclo de carga influyen en la duración de la carga, especialmente a largo plazo. En este sentido, Stephen Day, director de operaciones de una empresa de instalación de cargadores para vehículos eléctricos, ha explicado al Mirror que hay varios hábitos de los conductores que reducen drásticamente la carga de los coches, particularmente en verano.
Qué se debe evitar
Stephen Day comenta que muchos conductores no se dan cuenta de que las olas de calor y su propia forma de conducir afecta al estado de su vehículo. La primera de las manías que el experto recomienda evitar es utilizar excesivamente el aire acondicionado. Está claro que en un día cálido es incluso necesario encender la ventilación, pero es importante saber que, en los eléctricos, el aire se alimenta directamente de la batería. Es decir, cuanto más frío y potente se pone, menos carga queda para circular. Una buena solución es enfriar el coche mientras el sistema está enchufado, y a partir de ahí mantener el frescor en el interior del vehículo.
En segundo lugar, el experto recuerda que los viajes cortos y frecuentes pueden reducir la eficiencia de un vehículo eléctrico: "No le dan tiempo suficiente a la batería para alcanzar su rango de funcionamiento más eficiente, lo que significa que se consume más energía en general". Y es que la batería funciona mejor a velocidades constantes.
Otra de las claves es intentar reducir la carga del vehículo, sobre todo cuando se prepara el coche para las vacaciones. "Cada kilo extra que lleva tu vehículo eléctrico implica que el motor tiene que trabajar más", razona un Stephen Day que aconseja eliminar todos aquellos objetos que no sean imprescindibles.
Más detalles
Las altas temperaturas afectan negativamente a la batería de los coches eléctricos. En este sentido, el especialista explica que si a un día caluroso se le suma la carga rápida (que a su vez genera calor), cabe la posibilidad de que el sistema se desgaste con el tiempo. Por eso, es mejor idea evitar la carga a alta velocidad si no es estrictamente necesario y, al mismo tiempo, dejar que la batería se enfríe antes de conectarla a la corriente.
Por último, Stephen Day añade que aparcar bajo el sol puede acelerar el envejecimiento de la batería porque el calor "puede interferir con el sistema de gestión de batería". En su lugar, se aconseja estacionar en plazas con sombra, utilizar parasoles e incluso dejar una ventana ligeramente abierta.
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