
Este verano está marcado por las altas temperaturas de las que difícilmente se puede escapar. Da igual el momento del día o el lugar, que es prácticamente imposible no pasar calor. Los coches no son una excepción, ya que cualquier vehículo que esté expuesto al sol se calienta hasta convertirse en un horno. En este sentido, entrar a un automóvil que lleva un tiempo aparcado en la calle puede convertirse en una auténtica pesadilla.
Para luchar contra esa sensación de calor extremo, el mejor aliado es el aire acondicionado, que puede enfriar el habitáculo en segundos. Eso sí, puede ser contraproducente si no se utiliza correctamente. Un buen ejemplo está relacionado con las rejillas de ventilación de la parte superior, que según algunos expertos deben permanecer cerradas para evitar la salida de aire caliente.
Cuándo cerrar los conductos
Hay muchos conductores que lo primero que hacen al subirse al coche en verano es encender el aire acondicionado para intentar enfriar el coche. Aunque a veces es de ayuda, hay que tener en cuenta algunas consideraciones para aumentar su efecto y gastar menos energía de forma innecesaria. En unas declaraciones recogidas por el Express, los expertos del RAC (Real Automóvil Club en Reino Unido), indicaron a los conductores que deberían cerrar las rejillas de ventilación superiores y abrir las inferiores.
Puede sonar extraño, ya que las salidas de aire superiores son las que apuntan directamente al cuerpo de los pasajeros y al centro del habitáculo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el calor sube por las tuberías del sistema y se acumula en la parte superior. Por esa razón es recomendable abrir los conductos inferiores para impulsar el aire caliente hacia el exterior del vehículo.
En otras palabras, es buena idea encender el aire acondicionado apuntando a los pies para que el aire frío impulse al caliente hacia las rejillas de ventilación superiores del salpicadero. Al mismo tiempo, se deben abrir ligeramente las ventanas para que ese aire caliente salga al exterior del vehículo.
Más detalles
Una vez el aire acondicionado esté frío y todo el calor haya sido expulsado del vehículo, sí que se pueden activar los conductos superiores y cerrar las ventanas. Además, es positivo combinar este truco con otros consejos como tapar los cristales con una funda o un cubre parabrisas par evitar que el sol genere un efecto invernadero en el interior del coche.