Análisis
El fugitivo de Waterloo sigue dándole al magín con la formación del nuevo 'Govern' de la Generalitat para que quede claro que quien sujeta la sartén por el mango, es él: Carles Puigdemont. La semana pasada y con una estrategia de presión permanente, evitó que sus más allegados se retrataran en el Ejecutivo de Esquerra, el primero para ellos desde la República de 1931. Poco a poco, sus hombres fuertes dijeron 'No' a Pere Aragonés. La intención -cuentan desde los cenáculos políticos catalanes- es manifestar que este Gobierno no durará mucho tiempo, y el poco que dure estará siempre en manos de los caprichos de Puigdemont.