Los inversores siguen mirando con atención a los bonos británicos de largo plazo. Esta semana es clave porque el viernes, 14 de octubre, finaliza el programa de emergencia del Banco de Inglaterra (BoE). Y a falta de muy poco para concluir el plan, el mercado no se puede dar por estabilizado. No solo eso, sino que las perspectivas son preocupantes y nada hace presagiar que se vayan a contener las caídas.