La presión bajista ha dejado al Ibex 35 en mínimos de casi dos años, desde noviembre de 2020, tras caer un 2,46% hasta los 7.583,5 puntos. Además, el selectivo también ha cerrado este viernes otra marca: ha sido su segunda peor semana del año -con pérdidas acumuladas del 5%-. Las ventas han sido generalizadas en Europa y las principales referencias, incluida la española, han perforado los soportes clave, marcando nuevos mínimos y abriendo las puertas a caídas de hasta un 10% adicionales.
Ayer, el cierre del Eurostoxx 50 dio la primera pista de lo que podía pasar en el mercado europeo. Las caídas de hoy, superiores al 2%, han terminado fulminando el resto de soportes de referencias que debían aguantar para alejar el riesgo bajista. Los niveles que había que vigilar eran los 7.765 puntos en el Ibex 35 y, sobre todo, los 12.400 puntos del Dax alemán.
"Hasta que no se perdieran soportes clave que presentaban el DAX y el Ibex no quería encender las alarmas. Pues bien, en la sesión de hoy estos soportes han sido claramente cedidos y esto plantea un contexto de probable caída de un 10% adicional", destaca Joan Cabrero, analista técnico y asesor de Ecotrader. La perforación de soportes clave abre un escenario de profundización de las caídas hacia la zona de mínimos intradía del pasado marzo en los 7.288 puntos en el caso del Ibex 35. "Y mucho me temo que podría incluso buscar el soporte psicológico de los 7.000 enteros", añade Cabrero. El EuroStoxx 50, por su parte, "podría buscar la zona de los 3.000 puntos".
Tras una apertura relativamente tranquila, con pequeños descensos, los números rojos se empezaban a agravar tras la publicación de los PMI. Los primeros indicadores de PIB del tercer trimestre han salido peor de lo previsto y anticipan que en la zona euro ha comenzado la recesión.
"El mercado está tratando de averiguar la profundidad y la duración de la recesión en Europa", comenta Joachim Klement, jefe de estrategia de Liberum Capital, a Bloomberg. "Esto llevará más tiempo y, en general, esperamos que el mercado bajista no toque fondo hasta el primer trimestre de 2023".
Mínimos de noviembre de 2020
El Ibex 35 ha caído un 2,46% hasta bajar de los 7.600. El EuroStoxx 50 se deja un 2,3% hasta los 3.348 puntos. El Dax alemán cae un 1,98% hasta los 12.282 puntos. La sangría deja una lectura preocupante: se pierden los mínimos anuales y se retrocede a los niveles de noviembre de 2020. Cabe recordar que a esos mínimos anuales, hoy ya sustituidos por los nuevos, se llegó por el impacto que dejó ómicron a principios de año y, después, tras el estallido de la guerra.
El retroceso aún mayor se ha producido tras una semana marcada por un aluvión de bancos centrales que han vuelto a retirar estímulos -entre ellos la Fed-. Las instituciones monetarias han mostrado su perfil más hawkish con importantes subidas de tipos, para intentar contener la inflación.
"Nos enfrentamos al ajuste monetario más agresivo a nivel mundial en más de una generación", señala James Athey, director de inversiones de Abrdn. "Me parece increíble que la caída del 20% del mercado sea suficiente para el escenario macro que se abre", añade. Y comenta, "la realidad es que las previsiones de ganancias aún no reflejan la probabilidad de una desaceleración económica en el futuro." Desde Bernstein, advierten que se espera un recorte adicional en las expectativas de ganancias entre el 10% y el 12% en Europa, mientras la crisis energética alimenta aún más la inflación.
Eso ha hecho que las bolsas continentales no hayan soportado más presión y, tras unos descensos moderados en las primeras horas, han acabado profundizando los números rojos, incluso hasta cotas del 3% durante la sesión. El euro ha caído con fuerza contra el dólar y la libra directamente se ha hundido. Al cierre en Europa, Wall Street se dejaba más de un 2%.
El EuroStoxx ha marcado un nuevo mínimo intradía tras los 3.357 puntos del pasado 5 de julio, su anterior cota más baja en una jornada de este año. A su vez, el Ibex pierde los 7.644 del cierre del 7 de marzo, aunque no ha roto el margen intradía de los 7.288, que fueron el mínimo de cotización de esa jornada. En lo que va de año, el EuroStoxx pierde más de un 22% y el Ibex más de un 13%.
Dentro del Ibex 35, Grifols es con diferencia el valor más bajista tras dejarse un 7,86%. Repsol pierde más de un 5%, IAG un 4,17%, Meliá un 3,98 e Inditex un 3,84%. Siemens Gamesa acaba plana y la única que sube es Fluidra con un ascenso del 2,64%.
Todo al rojo: caen los bonos y el petróleo
Más allá de que la renta variable esté reflejando los vientos en contra que pesan sobre la economía, el rojo se extiende en el mercado del crudo y en los bonos, cuyas rentabilidades están disparadas.
Este viernes, el retorno del bund, el bono a diez años alemán, ha superado el 2%, situándose en máximos de 2011. Cabe recordar que esta referencia empezó el año dando una rentabilidad negativa. El yield del bono español sigue en ascenso tras superar el martes el 3%. En el caso de la referencia italiana, sobrepasa con amplitud el 4% y se coloca en el 4,33% -en la jornada gana 19 puntos básicos-.
En el caso del Brent, al cierre europeo la caída era superior al 5% y el barril ha confirmado su distancia de los 90 dólares, situándose en los 85,7 dólares. El West Texas se sitúa por debajo la cota de los 80 dólares y ha retrocedido todavía con más fuerza, un 6,19%. Las ventas en este mercado reflejan que pesa más la crisis económica que la energética. Pese a que el contexto es de escasez de combustibles, la posibilidad de recesión contrarresta ese movimiento, ya que, de confirmarse ese extremo, la demanda bajaría automáticamente -es el mensaje que está trasladando el mercado-.
El euro ya estaba debilitado, lo que no le ha impedido seguir retrocediendo frente al dólar. La divisa única se sigue alejando de la paridad y, al cierre europeo, se ha colocado por debajo de los 0,98 dólares, al situarse en los 0,971 centavos y dejarse un 1,1% frente al billete verde. A esa precaria situación de la moneda comunitaria, se suma que su homóloga norteamericana es activo refugio, lo que explica su fortaleza en detrimento del euro. Además, un ritmo más rápido de endurecimiento monetario por parte de la Reserva Federal (Fed) en comparación con el Banco Central Europeo (BCE) también lastra la divisa común.
El 'cóctel' británico
Al tono que ha adquirido la jornada hay que sumarle la casuística británica. Reino Unido se encuentra en plena transición política, ya que la primera ministra, Liz Truss, está recién llegada y tomando las primeras decisiones. Este viernes, su equipo ha anunciado una rebaja fiscal y ayudas para paliar los precios energéticos.
En un momento en que la inflación es la mayor preocupación de los bancos centrales, las medidas anunciadas no contribuirían a frenar los precios. En este contexto, la libra ha caído a mínimos de 37 años frente al dólar, dirigiéndose a la paridad. Al terminar la semana bursátil, la esterlina ha retrocedido un 3% y se sitúa en los 1,09 dólares. En bono a diez años británico está cayendo y su rentabilidad, disparada, se sitúa en el 3,8% tras ganar 27 puntos básicos.
El mercado anticipa un deterioro económico más prolongado
La ya confirmada pérdida de los soportes clave en los índices europeos indica, según Joan Cabrero, asesor de Ecotrader, que se estaría cotizando un escenario duro de estanflación más que la recesión técnica de la que se habla hasta el momento.
Cabrero explica que actualmente se está descontando la recesión técnica -y no la estanflación-, es decir, un retroceso en el crecimiento en el último trimestre de este año y en el primero del que viene, 2023. Tras las caídas de este viernes y perforar los citados soportes, se pasa a anticipar el escenario de crecimiento casi nulo con elevada inflación. En este último caso, la situación sería prolongada mientras que, en el primero, solo afectaría a los próximos seis meses.