Pocas veces una recesión está siendo tan telegrafiada. Después del verano, la situación se iba a poner cruda y los datos preliminares de PMI en septiembre confirman el peor de los escenarios. Anticipan una caída del PIB, en el tercer trimestre, del 0,1%. El frenazo de la actividad económica es el mayor registrado desde 2013. Los expertos hablan sin ambages del inicio de recesión en el Viejo Continente. La peor parte se la lleva Alemania, la gran economía de Europa más expuesta al gas ruso. "El deterioro de su economía lleva un ritmo no visto fuera de la pandemia desde la crisis financiera mundial".

Tras unas lecturas de PMI preliminares de septiembre de Alemania y Francia que han dejado claro el deterioro económico europeo, las globales de la eurozona confirman la tendencia. El PMI manufacturero cae de los 49,6 a los 48,5 puntos. El de servicios cae de 49,8 puntos a 48,9. El compuesto retrocede de 48,9 a 48,2. Es la peor lectura en 20 meses. Todos los indicadores profundizan en terreno contractivo (menos de 50). El único consuelo es que las cifras se han ajustado bastante a las previsiones de los analistas.
La traducción en el PIB de la eurozona. "Se vislumbra una recesión en la eurozona, ya que las empresas informan de un empeoramiento de las condiciones empresariales y de la intensificación de las presiones sobre los precios debido al aumento de los costes energéticos. Las primeras lecturas del PMI indican una contracción económica del 0,1% en el tercer trimestre, y el ritmo de caída se ha acelerado durante los tres meses hasta septiembre para señalar el peor rendimiento económico desde 2013, excluyendo los meses de bloqueo por pandemia. Alemania se enfrenta a las condiciones más duras, con el deterioro de la economía a un ritmo no visto fuera de la pandemia desde la crisis financiera mundial", señala en el informe de S&P Global Chris Williamson.
"El retroceso estuvo liderado por la industria manufacturera, ya que el sector sigue sufriendo los elevados costes de la energía, pero el sector de los servicios también mostró una marcada debilidad con el segundo descenso consecutivo. Consideramos que la economía ya ha entrado en recesión este trimestre. El crecimiento de los servicios en la eurozona se está ralentizando notablemente, y la inflación sigue lastrando el poder adquisitivo de los consumidores. Y aunque el riesgo de escasez de energía durante el invierno se ha reducido un poco, sigue siendo un riesgo clave para las perspectivas", apunta Katharina Koenz, analista de Oxford Economics.
Ya lo advirtió la presidenta del BCE, Christine Lagarde, a principio de este mes de septiembre, el frenazo económico vendrá después del verano. Nadie queda en el barco de que el euro esquivará la recesión, según se acerca el invierno.
¿Y ahora qué? Estanflación
"La subida de los precios del gas y de la electricidad en agosto hace que en septiembre aparezcan nuevas presiones sobre los precios para las empresas, a pesar de que otros costes se han ido moderando debido al debilitamiento de la demanda mundial. Esto confirma el entorno de estanflación en el que se encuentra la eurozona", señala en una nota Bert Colijn, analista de ING.
Para el consumo no pinta mucho. "Con los altos costes de energía, los consumidores se quedan con menos dinero paragastar", explican los expertos de Berenberg, en un reciente informe. "A diferencia del petróleo, los altos precios del gas probablemente todavía no han llegado completamente a los hogares, ya que la electricidad y los proveedores de gas sólo están ajustando gradualmente sus precios de venta a la situación del mercado, incluso si los gobiernos amortiguan esto con intervenciones y paquetes de ayuda, los consumidores tendrá que soportar precios aún más elevados", añaden.
El gran problema para la zona euro es Alemania. "La economía alemana parece que se contraerá en el tercer trimestre, y con el PMI mostrando la desaceleración en septiembre y los indicadores prospectivos de la encuesta también deteriorándose, las perspectivas para el cuarto trimestre tampoco parecen buenas. La profundización del declive de la actividad empresarial en septiembre estuvo encabezada por el sector de los servicios, que ha visto cómo la demanda se debilitaba rápidamente a medida que los clientes reducían el gasto debido a la restricción de los presupuestos y al aumento de la incertidumbre sobre las perspectivas", señala Phil Smith en el informe de S&P Global, firma que recaba los índices.
Cuatro trimestres de recesión en Alemania
En Alemania, el PMI manufacturero ha sido de 48,3 puntos, cumpliendo con las estimaciones de los economistas y por debajo de los 49,1 de la lectura anterior. El PMI de servicios ha sufrido un deterior mayor al pasar de 47,7 a 45,4: los analistas esperaban un 47,2. El PMI compuesto de un 46,9 a un 45,9, esperando los economistas 46 puntos. Todas las cifras están por debajo de 50, lo que supone estar en territorio de contracción de la actividad.
"La economía alemana se está enfriando drásticamente y se enfrenta a un invierno duro", adelantaba la semana pasada el prestigioso Instituto IFO, que recortó sus previsiones de PIB e inflación. Los peores meses van a ser los de octubre a diciembre de 2022 y de enero a marzo de 2023. El pronóstico para el conjunto del próximo año es de una caída del PIB del -0,3%, tras revisar a la baja el crecimiento para este 2022 al 1,6%, desde el 2,5% anterior.
Las perspectivas de Deutsche Bank todavía son peores. "Alemania es el país más expuesto a la restricción del suministro de gas y recortamos nuestra previsión del PIB para 2023 desde el -1% a una caída del 3-4%", comentaban el pasado miércoles. La caída de la principal economía del euro arrastra a toda la zona euro. La firma alemana pronostica una recesión de cuatro trimestres que ya ha comenzado y que llevará al PIB de la zona euro a hundirse un 2,2%.
En Francia los datos han sido más dispares. El PMI manufacturero sufre un golpe mayor al pasar de los 50,6 a los 47,8 puntos y entrar en territorio de contracción. Por contra, el PMI de servicios ha pasado de una lectura de 51,2 puntos a una de 53 (se esperaba que cayera a 50,5). Esto ha hecho que el PMI compuesto haya pasado del 50,4 al 51,2, un avance mayor de lo esperado.
"El movimiento al alza del PMI compuesto de producción no debe quitarle importancia al claro mensaje que se desprende de la encuesta en su conjunto: la economía francesa tiene problemas. La debilidad es más llamativa en el sector manufacturero, donde la desaceleración se aceleró en septiembre, ya que el exceso de existencias en los almacenes, el rápido deterioro de la demanda de bienes, el aumento de la incertidumbre económica y las intensas presiones sobre los precios hicieron bajar los volúmenes de producción", explica Joe Hayes, de S&P Global.
Reino Unido, en recesión técnica
El indicador compuesto de S&P Global sobre la salud del sector privado (el célebre PMI) cayó a 48,4 en septiembre, frente a los 49,6 del mes anterior. Los economistas esperaban una lectura de 49, justo por debajo del umbral que indica una contracción.
"Es probable que la economía esté en recesión", dijo Chris Williamson, economista jefe de negocios de S&P Global Market Intelligence. "Las limitaciones de la oferta, la subida de los precios de la energía y el aumento de los costes de importación asociados al debilitamiento de la libra esterlina se suman a las presiones de los costes".
Williamson dijo que los indicadores prospectivos del informe de S&P se deterioraron, indicando que la desaceleración registrada a principios de año se ha convertido en una recesión. El Banco de Inglaterra dijo el jueves que cree que la economía se contrajo en el segundo trimestre y que seguirá disminuyendo en el tercero, cumpliendo la definición técnica de recesión.