Una vez más, las propuestas de cambios en la regulación en materia de vivienda acaban siendo objeto de debate y tensiones políticas. Si el IPC ya estaba subiendo en los últimos meses, el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha revelado que este marzo se ha llegado a una nueva subida del 9,8%, superando el récord ya batido en febrero. La inestabilidad política a raíz del estallido de la Guerra de Ucrania podría provocar un aumento del índice todavía más acentuado en los próximos meses. Para evitar consecuencias en el mercado del alquiler, el Gobierno aprobó este martes la limitación al precio de los alquileres para que los propietarios no puedan actualizar las rentas de sus inquilinos más allá del 2% hasta finales de junio. De este modo, los inquilinos con contratos de alquiler cuyo precio podría verse afectado por un cambio en el IPC ahora únicamente se exponen a una posible subida del 2%.